XIX. Señor Suh

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Taeil mordió su pequeño labio inferior al ver la impecable tarea de su amigo Taeyong. Siempre le gustaban mucho las decoraciones que el niño agregaba a sus tareas, los márgenes de colores que hacía con su mami y algunas estampitas alrededor del mismo.
Él sacó su libreta con timidez, algo arrugada porque Seohyun la había hecho rollito para pegarle con ella en alguna ocasión y buscó entre las hojas hasta llegar a su plana con sílabas que había hecho en casa.
Su trazo era menos firme y bonito que el de Taeyong, tenía muchas manchas por todas las veces que borró lo que escribió, además de que su tarea tenía un poco de salsa embarrada porque mientras la hacía comió papitas con Johnny y sus dedos dejaron esas marcas en el papel.

– Mi mami me hizo lepetila. – confesó Taeyong, mordiéndose el pulgar. – Pelo dijo que ahola si estaba bien bonita. Es que me equivoqué y lompí la hoja con la goma.

– Te quedó bonita Yongie.

– Glacias. A ti también.

– Glacias.

Taeyong le sonrió y luego se rascó su cabellito. Su mami le había hecho el corte de honguito y a él también le gustaba mucho.

– Taeil y Taeyong, pasen a revisar sus tareas.

Los dos se levantaron, dirigiéndose juntos al escritorio de la profesora mostrándole su plana.

– ¡Muy bien Taeyong! Te quedó excelente. – la maestra sonrió dulcemente y le colocó un sello de una gran carita sonriente en la hoja y una estrellita en la frente. – Pasa a tu lugar.

– ¡Glacias!

La profesora le sonrió a Taeil y señaló a su libreta con el dedo índice.

– Cariñito ¿Por qué tu plana está tan manchada? Recuerda que es importante que seas más limpio y ordenado con tus tareas¿Si? – Taeil hizo un puchero. En verdad se había esforzado en aquella tarea y Myoryon hasta le había cantado el a la bim bom ba para animarlo cuando terminó. – Te pediré que la hagas de nuevo ¿Si? Para mañana.

La profesora le pellizcó la mejilla, sonriéndole con ternura, sin embargo no consideró que Taeil se llevaría su libreta a un rincón y comenzaría a llorar sin prestar atención a algo más.
Aunque intentó persuadirlo el pequeño simplemente se quedó en su nuevo lugar en el piso, sollozando e hipando mientras el resto del grupo se pasaba a calificar la tarea. Se sentía muy culpable por no hacer las cosas perfectamente y por ello no podía dejar de llorar.

– Ya cielo ¿Si? Sólo fue una corrección. Ve a tu lugar. – sugirió la profesora, poniéndose a su altura mientras le secaba las lágrimas con el pulgar. – Anda. Tú eres un niño muy listo.

– Quielo llolai mucho...

Taeil se acarició una de sus cicatrices del brazo, sollozando de nuevo.

– Anda Taeyomi ven. Vamos a sentainos juntos. – Taeyong había decidido colaborar también con su profesora para que su amigo se sintiera mejor. – Ándale Taeyomi vamos.

– No quielo.

– Pofavoit amigo vamos ¿Si?

Taeil lo consideró un momento, esperanzando a su profesora y amigo, sin embargo negó con la cabeza, volviendo a lloriquear. El resto del grupo comenzaba a inquietarse y a mirar burlonamente a Taeil porque siempre era el más llorón del salón, por lo que la adulta decidió continuar con su labor, aunque le resultó difícil ignorar el llanto del niño que se prolongó toda la mañana e incluso en el receso.
Taeyong no tuvo más remedio que obligar a comer a su amigo e intentar consolarlo.

– ¿Poi qué llolas mucho? El otlo día yo también tuve que lepeti una plana. No pasa nada enselio. Tu mami no te legaña ¿O si?

Taeil negó con la cabeza. Myoryon era muy buena siempre con él pero no creía justo hacerla trabajar más revisando más sus tareas de lo que ya hacía.

Like We Just Met - Johnil Where stories live. Discover now