XIV. Esfuerzo

147 27 12
                                    

Taeil se acurrucó junto a Johnny, que estaba tomando su siesta después de la escuela en el sofá. Chilló divertido y se encimó sobre él, retorciéndose, apretándole la cara y molestándolo embarrandole babita en la nariz, aprovechando que Myoryon había ido con una amiga a hacer las compras de la semana y a tomar un café.

- Heimanito.

- Mmmh.

- Hueles bien feito heimanito John.

- No es cierto.

- De velas. Hueles como a pedito fueite.

- Okay bebé grosero.

- Despieta. Quielo jugai.

- Estrellita pegajosa déjame. Tengo sueño.

- No quielo heimanito. Quielo jugai.

- No. Mejor vamos a dormir ándale ábrazame. Ven

John se apresuró a abrazarlo más fuertecito, acariciándole sus graciosos cabellitos. Taeil estaba bien bonito y chistoso, más aún desde que el mismo se había tuzado unos cuántos mechones.

- Entonces no te voy a decit un secleto bien padle.

- ¿Secreto? ¿Qué secreto?

- No te voy a decir poique no quieles jugait conmigo.

Johnny abrió los ojos, encontrándose cara a cara con el travieso de Taeil. Sus mejillitas estaban tan gorditas últimamente que le mordió una muy suavecito, haciéndolo estallar en carcajadas. Le gustaba cuando John lo mordía porque nunca le dolía, no como cuando su tía Seo lo hacía después de pegarle o cuando no había lavado bien algún plato.

- John vamos a jugai ¡A las escondidas!

- Pero siempre jugamos a eso.

- Ándale pofavoit. Hay que juegai.

El niño mayor terminó cediendo, igual que siempre. Taeil dió saltitos antes de pegarse a la pared de la cocina.

- ¡Apulate Johnny heimanito! Voy a contai hasta cuatlo.

- ¡Oye no se vale! Cuenta hasta diez.

- Uhm okei.

- Mejor a quince.

- ¡Pelo poi qué!

- Por favor Taeyomi bebé.

- Uhm bueno está okeit.

Taeil apoyó su carita en la pared, comenzando con su labor mientras John buscaba un buen lugar para esconderse.

- Uno... Dos... Tlescuatlocinco... Seis... Sieteochonueve... Diez... Oncedocletlece.

El pequeño bailoteaba desesperado hasta que terminó de contar y sonrió malvado, gritando muy agudo.

- ¡Ahola si heimanito Johnny voy poi ti!

Caminó entre risitas al baño, buscando primero en la cómoda donde Myoryon guardaba toallas y jabones. Después se asomó detrás de la puerta y luego en la bañera pero no estaba ahí. Después fue a la habitación de John, buscándolo bien, pero tampoco estaba ahí.

- Uhm dónde estás heimanito. A vei...

Se arrodilló para ver abajo de la cama. Nada. Suspiró y fue corriendo a la recámara de Myo, revisando parte por parte. Volvió a la cocina, abriendo el refrigerador.

Nada.

Su boquita se curvó en un puchero y volvió a rebuscar un par de veces, sudando por el esfuerzo que hacía y temiendo que John hubiera desaparecido o salido a jugar sin él al patio. Lloriqueó bajito, corriendo por la estancia desesperado para ver por la ventana que el mayor no estaba en la zona de juegos y luego regresó a la habitación de su hermanito, temiendo lo peor.

Like We Just Met - Johnil Where stories live. Discover now