ᵛⁱᵛⁱʳ ᶜᵒⁿ ᵘⁿ ⸙ 𝑴𝑰𝑳𝑳𝑶𝑵𝑨𝑹𝑰𝑶 「𝙺𝙰𝙸𝚂𝙰𝙶𝙸」

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── Vamos Kaiser, toma tú medicina.

── No es necesario qué me la des tú, puedo yo solo.

── No, por qué tú eres el paciente.

── Dije qué no, Isagi. ── ignorando al menor, le dio la espalda para seguir durmiendo, sin darle importancia a los regaños qué hacían tras su espalda

Toda esa semana se había vuelto tan caótica para él, cuidar de ese extranjero era igual a cuidar de un pequeño niño y de eso se dio cuenta en muchas ocasiones, ese rubio aún tenía problemas con respecto al orgullo. Él en toda esa semana intentó de muchas maneras acercarse al otro, pues necesitaba de su atención y todo por qué se sentía tan solo y devastado.

¿Acaso es amor lo qué sentía?

No, no podía ser eso. Negó muchas veces esa alternativa y se convenció qué era por la costumbre qué había adoptado.

Sí, "costumbre"

Ya rendido, dejó escapar con pesadez un fuerte suspiro, liberando el estrés qué había sentido en esa ocasión. Contempló la espalda del mayor, admirando todo su dorso y quedando hipnotizado por semejante cuerpo al frente suyo, si pudiera describir a ese idiota con una sola palabra, le llamaría semental.

── Vamos Kaiser, sé qué tienes hambre. Un bocado, tan solo prueba un bocado.

Le ignoraron con un enorme silencio de respuesta, seguía aún enojado con su persona y él no tenía ni idea del por qué, que él recuerde no le a causado ningún problema.

¿O sí?

── Michael.. ── susurro suavemente al darse por vencido, giró levemente su cuerpo dispuesto a irse de su habitación

El alemán se levantó muy enojado y se fue de allí sin decir nada, dejando muy confundido al Omega quién no apartó su mirada del contrario al irse. ¿Qué fue todo eso? Se cuestionó internamente, parpadeó un par de veces antes de reaccionar y levantarse, e irse tras aquel payaso.

Al llegar frente al baño, tocó un par de veces aquella puerta y afirmó qué ahí se encontraba el rubio, le preguntó un par de cosas pero el silencio era tan evidente qué solo lo hicieron sentir mal, se dejó caer en el respaldo de aquella madera a esperar qué saliera el Alfa.

E tratado de todo y aún no me hablas, háblame por favor y no me ignores.

Quedó completamente dormido al perder la noción del tiempo y no se enteró de nada luego de cerrar de sus párpados. Pasaron largas horas y se levantó por una pesadilla qué tuvo, al percatarse del atardecer desde su ventana se asustó mucho y salto cómo reflejo, luego analizo el lugar en el qué se encontraba y se sorprendió.

Estaba durmiendo en su cama.
¿Desde cuándo llegó?

── Gracias. ── murmuró y rio suavemente al percatarse de ese detalle

Aunque no le hablase, seguía siendo el mismo chico coqueto y amable qué conoció, por qué el se encargo personalmente de llevarlo hasta su cuarto y depositar lo en su suave cama.

Ahora en todo este tiempo era Yoichi quién le hablaba bonito, le trataba bonito y le bromeaba de manera coqueta muchas veces. Ahora era el nipón quién había adoptado el papel de Kaiser y lo usaba en su lugar. Intentaba con todo su ser, el volver a la normalidad a ese idiota, lo extrañaba tal y cómo era, extrañaba a ese payaso.

Frío, muy frío.

── ¿Cuál es tú época favorita del año?

── ...