Capítulo 14

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Louis estaba enamorado, y era algo que no podía negar. Ya habían tenido cuatro salidas inolvidables con su rizado. Tres de ellas fueron a solas, y otra con sus amigos porque decían que los habían dejado de lado. En la tercera, fueron al cine, vieron una película de terror que les gustó a ambos. Cada vez que el omega se asustaba, se escondía en el hombro de Louis, que caía directamente a su cuello. Louis amaba cada vez que Harry hacía eso y juraba sentirlo calmarse al oler discretamente su aroma. En su cuarta salida, fueron al parque de atracciones nuevamente, pero esta vez en compañía de sus amigos, quienes quisieron retomar su salida fallida. Había veces en que Louis y Harry parecían estar en una burbuja, o incluso el omega decidía quedarse junto al alfa en juegos de altura que sus amigos querían probar. Después de todo, él ya los había disfrutado y prefería estar con su alfa.

Antes, le gustaba mucho ese omega de rizos, pero ahora todo era mucho más intenso, incluso en sus cartas se notaba el avance que estaba teniendo con él. Simplemente no podía contener tanto amor que sentía. Le gustaba hacerlo sonrojarse con halagos, hacer de todo para que se riera, ver cómo sus ojitos se volvían más brillantes cuando le contaba algo que le interesaba o hablaba de su familia.

Le gustaba cada parte de él, cada parte de su ser que le dejaba mostrar a Louis y poder conocerlo más. Ahora sabía que le gustaba cocinar para sus amigos, hacer feliz a su familia, cómo amaba su carrera y cuánto sufrió por romper los estereotipos que no le dejaban estudiar lo que él quería. Eran esas pequeñas cosas las que hacían a la persona más perfecta a los ojos del alfa. A pesar de todo lo que sufrió, seguía teniendo esa luz, y eso solo hizo que tuviera más determinación.

Deseaba poder decirle todo eso, hacerle saber lo especial que era para él. Ya no le alcanzaba con solo mandarle cartas; quería que el omega supiera que era él quien le enviaba las cartas.

—¿Qué piensas hacer ahora? —se quejó Niall, suponiendo que Louis pedía su ayuda para algo relacionado con el omega de ojos verdes.

—Por favor, dime que ya le dirás que te gusta —habló Sam—. Es tan estresante ver cómo se miran como si fueran los únicos en el mundo y no están juntos.

Louis se sonrojó, y Zayn decidió insistir—Habla de una vez, hombre. Te juro que si es una tontería, no te vuelvo a hablar.

—¿Cómo la otra vez que nos reunió porque Harry no le había hablado en una hora y pensó que estaba enojado? —dijo Niall con una carcajada.

—Hey, todo era posible —intentó pobremente defenderse Louis—. Bueno, quería su ayuda porque quiero decirle a Harry que yo soy quien le escribe cartas.

Sus amigos, tan discretos como siempre, nótese el sarcasmo, tuvieron distintas reacciones. Niall se quedó estático, Zayn abrió tanto la boca que las papitas que estaba comiendo se cayeron, y Sam se cayó de su silla, generando que todos los estudiantes de la cafetería los miraran. Louis quiso esconderse y negar que ellos eran sus amigos.

Sam levantó la silla y se sentó nuevamente con una sonrisa inocente hacia todos los que miraban hacia él. Mientras los otros dos estaban riéndose. Tenía suerte de que Harry no tuviera clases ese día, porque hubiera querido que la tierra lo tragara.

Después de calmarse y de que Louis los mirara serio, Zayn se burló—Bien, ya eres todo un niño grande.

—¿Cómo quieres declararte? ¿Enfrente de toda la universidad con un ramo de flores y un cartel que diga 'Por favor, sé mi omega'? —le siguió Sam, y Niall seguía estático.

Se arrepintió de no pensar en pedirle ayuda a Liam, antes que a todos sus imbéciles amigos.

—¿Pero qué tienes pensado?—habló Niall cuando lo proceso.

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