Capítulo 17

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Han pasado siete días desde que Harry no sabe nada de Louis.

Llegó a pensar que tal vez si iba a su fraternidad lo encontraría, pero en sus múltiples intentos de buscarlo allí, no tuvo éxito. También preguntó a Niall, Zayn y Sam, pero ninguno tenía noticias de él. Solo lo veía ocasionalmente en la universidad, donde Louis llegaba a su casa para encerrarse en su cuarto sin hablar con nadie.

En las escasas ocasiones en las que Harry se cruzaba con Louis y se acercaba a él, el alfa lo ignoraba o se excusaba para irse rápidamente. El rizado sintió que le dolería menos si volviera a molestarlo, esperando que Louis respondiera con insultos o bromas como antes, pero simplemente actuaba como si Harry no existiera.

Louis lo ignoraba, como si ya no le importara o como si lo que tuvieron nunca hubiera sucedido.

Otro detalle que lo desconcertaba era que, desde que ocurrió lo de Louis, dejó de recibir las cartas que tanto valoraba. Sin explicación alguna, desaparecieron de la noche a la mañana, dejándolo solo con las cartas anteriores que había guardado celosamente en un cofre debajo de su cama.

A medida que pasaban los días, la depresión de su omega se intensificaba. Sentía que era su culpa por ser ingenuo, y temía que ahora su alfa ya no lo quisiera. Se imaginaba a Louis con otro omega, casados y felices, mientras él quedaba sumido en la tristeza, viendo cómo su alfa era feliz sin él.

Quizás era un poco dramático, pero, ¿quién podría culparlo? Estaba perdiendo las esperanzas de que Louis quisiera volver a hablarle, y ni siquiera entendía por qué.

—¿Estás bien, Harry? —preguntó Helen mientras comían en la universidad.

Habían salido de una clase y Harry esperaba la siguiente mientras avanzaban algunas tareas. Helen era la que más había estado para él desde lo ocurrido con Louis, aunque los demás también mostraban su apoyo. Sin embargo, ella estaba más preocupada al vivir con él y haberlo consolado en múltiples ocasiones durante la última semana.

—Sí. Solo me siento igual de desanimado que la última semana, pero en algún momento va a mejorar —respondió el omega mientras evitaba mirarla para ocultar las lágrimas que empezaban a asomar en sus ojos. El tema lo tenía muy sensible y solo podía mentirse a sí mismo para mantener algo de esperanza.

—Sabes que no me gusta verte así. ¿Todavía no hablaste con él?

—No. Cada vez que lo encuentro, inventa algo para irse como si tuviera la peste o algo así. Al menos quisiera que me mirara —dijo con un puchero y rápidamente limpió una lágrima que caía por su mejilla—. Mejor háblame de cómo va todo con Mar.

Helen lo miró con preocupación, pero se resignó y empezó a hablar sobre su relación. A Harry le gustaba ver cómo los ojos de su amiga brillaban cada vez que hablaban de Mar; ciertamente, ambas estaban hechas la una para la otra. Sin embargo, el rizado sentía un dolor en su corazón porque él también quería experimentar algo así, pero solo con Louis. Quería cocinarle todos los postres que quisiera, escucharlo hablar sobre su familia, llenarlo de besos y abrazos, o simplemente estar a su lado. Louis era la persona con la que podría sentarse y escuchar hablar durante horas para admirarlo.

Cuando terminaron de hablar y se concentraron en avanzar en sus proyectos, lo vio. Louis llevaba una sudadera y pantalones deportivos, abriendo su casillero. Harry pensó que intentarlo otra vez no estaría de más. Así que, excusándose con Helen, se levantó y caminó hacia él.

Louis debió percibir su aroma porque su cuerpo se puso tenso y su agarre en el casillero se volvió más fuerte, sacando y metiendo cosas rápidamente para cerrar su casillero y su mochila.

—Hey, ¿podemos hablar?

—Lo siento, Harry. Estoy muy ocupado y debo irme rápido —dijo Louis. Harry debería acostumbrarse a que ahora Louis tenía cosas más importantes que él, pero no podía evitar que le doliera. Asintió y, al verlo voltearse para irse, decidió hablar.

—¿En serio vas a seguir ignorándome?

Sintió cómo la espalda de Louis se tensaba y se quedó en silencio unos segundos—No te estoy ignorando —se defendió absurda e inexplicablemente.

—Entonces, si irte apresuradamente cada vez que sientes que estoy cerca o excusarte diciendo que tienes otras cosas que hacer como si tuviera la peste no es ignorarme, dime tú qué significa —expresó Harry con reproche en su voz, cruzándose de brazos.

Por primera vez en muchos días, Louis se volteó y lo miró. Tenía los ojos algo hinchados y ojeras más pronunciadas que antes. Su mirada era tristemente agotadora y melancólica.

—De verdad no te estoy ignorando y perdón si parece eso. Solo no quiero estar cerca de ti —su mirada era dura, y Harry no podía deducir nada de lo que su alfa estaba pensando.

Nunca pensó que esas palabras saldrían de la boca de Louis, y mucho menos que dolerían tanto como lo hacían.

—Al menos podrías darme una razón. ¿Qué hice mal? Louis, necesito respuestas. No quieres tenerme cerca, ignoras a tus amigos, y yo solo quiero entenderlo —tal vez fue la forma en que su voz salió entrecortada al terminar de hablar lo que hizo flaquear su determinación.

—Yo... No puedo hacer esto, Harry. Te juro que te explicaré, pero no puedo hacerlo ahora —terminó de hablar y se fue sin detenerse a mirarlo de nuevo.


Se sentía humillado.

No creía que Harry pudiera ser capaz de jugar con sus sentimientos de esa manera, pero tampoco sabía con exactitud qué realmente pasó.

Su alfa estaba casi siempre con las orejas caídas, lloriqueando por quien creía que era su omega. Sentía que nada de lo que hiciera sería suficiente para que su omega le hiciera caso, lo cual no ayudaba a superarlo.

Podría parecer exagerado evitarlo a toda costa, pero no quería herirlo. Prefería pensar bien las cosas y superarlo por su cuenta sin dañar a nadie. Estaba en un momento en que ni siquiera le importaba tener una conversación con sus amigos o con cualquier persona.

No quería tener relación con personas que pudieran hablarle de Harry en estos momentos, ya que le dolía cada vez que pensaba en él.

En algún lugar, probablemente ya estaría en una relación con Tommy. Tal vez ahora ese alfa era el que estaba abrazándolo, besándolo y acaparando toda la atención de su omega. Por eso decidió dejar de enviarle cartas; seguramente le estaría faltando al respeto.

Todo se vino abajo con solo una mirada que le dio el omega. Todo lo que había imaginado dejó de existir, y solo quedó su rizado decaído que deseaba abrazarlo para nunca soltarlo.

Lo que sentía era tan fuerte que su alfa le exigía quedarse con él, y solo quería hacerle caso. Pero tenía que hacer lo contrario.

No se sentía bien y hablar ahora con el omega para que le diga que todo lo que vió era porque ahora estaba saliendo con Tommy, él como buen amigo tendría que escucharlo hablar enamorado de otra persona que no era Louis. No podría soportarlo.

En otro momento no le importaría, pero su amor por él era tan fuerte que hasta podría rogarle por un poco de amor.

Solo necesitaría un poco de su amor para sentir que todo estaría bien. Que él estaría bien.

sending love letters☆ lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora