sending love letters☆ ls

Capítulo 23

Después de disfrutar de unas vacaciones reconfortantes con su madre y su hermana, Harry se sentía enérgico y positivo. Había sido un tiempo invaluable para reconectar con su familia y relajarse antes de sumergirse nuevamente en sus responsabilidades académicas. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de su cumpleaños, una sensación de anticipación y emoción crecía en su interior.

Aunque había planeado quedarse un poco más, su madre y su hermana tenían un viaje programado unos días antes de su cumpleaños. Aunque lo animaron a unirse, Harry no podía ir debido a sus clases. Así que, a pesar de la tristeza de todos, se tuvo que quedar solo en la casa de su madre. Esto lo llevó a tomar la decisión de regresar a casa antes de lo previsto. Aun así, estaba decidido a aprovechar al máximo el tiempo que le quedaba y a cumplir su promesa de compartir la historia de cómo había pasado de odiar a amar a su alfa.

Con ese objetivo en mente, Harry se reunió con sus amigos de la infancia en su lugar favorito: el café del pueblo. Sentados alrededor de una mesa, entre tazas de café humeante y deliciosos pasteles, Harry comenzó a relatar la historia de su relación con Louis. Desde el encuentro inicial lleno de tensión hasta el lento pero constante crecimiento de su amor y complicidad, Harry compartió cada detalle con sus amigos, quienes lo escuchaban con atención y sorpresa. Aunque, definitivamente se sonrojó cuando se burlaron de él ya que les hablaba de cuánto lo odiaba hasta que todo cambió.

A medida que la tarde avanzaba, las risas y las anécdotas llenaban el aire, creando un ambiente de camaradería y afecto. Harry se sentía agradecido por tener amigos tan comprensivos y solidarios, dispuestos a escucharlo y apoyarlo en cada paso que deseaba dar.

Sin embargo, a medida que el sol se ponía y la hora de despedirse se acercaba, una sensación de melancolía se apoderó de Harry. Sabía que pronto tendría que regresar a su vida normal, dejando atrás la calidez y la familiaridad de su hogar y de sus amigos de la infancia. Pero antes de partir, quería asegurarse de dejarles una impresión duradera, una memoria que atesorarían en su ausencia.

Por eso, decidió invitar a sus amigos para celebrar su cumpleaños adelantado, ya que viajaría un día antes de su cumpleaños y no estaría con ellos ese día.

Al día siguiente, Harry se despertó con una sensación de anticipación y emoción en el aire. La celebración estaba programada para comenzar al mediodía, y Harry se apresuró a prepararse, asegurándose de que todo estuviera listo para recibir a sus amigos.

A medida que llegaban sus amigos, el ambiente se llenaba de risas y conversaciones animadas, creando una atmósfera alegre. Se sintió muy bien poder estar con personas que lo apreciaran tanto y que no les importara cuánto tiempo estuvieran distanciados, siempre se tendrían un gran cariño.

En la noche, todos se despidieron y volvieron a sus casas. Él recordó que al día siguiente quería viajar muy temprano, así que preparó su maleta para poder salir rápido al siguiente día y se fue a dormir.

Se despertó para desayunar y volvió a la ciudad. Cuando llegó, paró para ver sus mensajes y vio que sus amigos lo invitaban a pasar el día en la casa de Mar. Aceptó, pero se extrañó de que Louis no le hubiera mandado ni contestado ningún mensaje. Pasó el día con ellos sin rastros de Louis, y cada vez que preguntaba por él, cambiaban de tema. Todo estaba muy raro y lo convencieron de dormir ahí para hacer una pijamada.

Despertó con sus amigos levantándolo, deseándole feliz cumpleaños con una pequeña torta y un desayuno en la cama. Le alegraba ver a sus amigos, aunque sentía algo de decepción al no ver a Louis ni un mensaje de parte de él.

Después de un rato, lo llevaron a su departamento y se quedaron afuera, incluso Helen, invitándole a entrar solo. Al entrar, se encontró con Louis, con muchos globos blancos y rosados por todo el lugar, unas rosas en una mano y en la otra tenía una caja negra con un moño rojo. Cuando Harry lo vio, su corazón dio un vuelco de emoción. Louis se acercó a él con una sonrisa radiante y un brillo travieso en los ojos.