29 | This is me trying

7.9K 560 180
                                    

𝐓𝐫𝐨𝐮𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐤𝐞𝐫

PODÍA DECIR QUE luego de meses de lo que se había sentido como un juego del gato y el ratón: hicimos click

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




PODÍA DECIR QUE luego de meses de lo que se había sentido como un juego del gato y el ratón: hicimos click.

La cita había sido estupenda; comimos, charlamos, nos reímos, nos besamos...

Y bueno, otras cosas que no deseo compartir.

En general, la pasamos bastante bien. Era un nuevo inicio para ambos todo esto de no querer matarnos, pero habíamos encontrado una buena forma de canalizar aquella tensión...

—Oye, princesa, pedí servicio a la habitación —volvió Carlos a la sala del cuarto de hotel que había pagado durante su estadía en Mónaco.

—Mmm, ¿pediste panqueques? —lo miré desde mi lugar en el sillón.

—¿Quieres que Zara me mate? —bromeó tirándose a mi lado mientras yo pasaba de canales en la televisión sin encontrar nada interesante que ver.

—No te tomaba por cobarde, Sainz —exclamé y sentí como se recostaba y dejaba caer su cabeza en mis piernas, mis manos por instinto se encontraron jugando con su cabello. De verdad adoraba a Carlos con cabello largo.

—No soy cobarde, solo que ya rompimos el régimen ayer y no quiero que te castiguen por mi culpa —cerró los ojos dejándose llevar por las caricias.

—Castigada ya creo que estoy. Si no le respondo pronto a Lele va a pensar que me secuestraron y tendremos a toda la armada buscándome —observé de cerca sus pestañas.

No necesitaban ni rímel, pero tenía curiosidad de cómo se verían con él.

—Solo unas horas más —se quejó—. Ya tendrás tiempo de explicarle todo. Yo me puedo hacer responsable, si quieres.

Ni lo dudé—Sí.

—Pensé que esa era la parte en donde decías que tú te encargarías —abrió un ojo y me observó desde abajo.

—Já, sigue soñando. Yo no quiero ser la que se enfrente a mi hermana cuando ella y Caco nos dijeron claramente que ya no querían que improvisemos.

Carlos estiró su mano y jugó con un mechón de mi cabello—Pero en todo caso lo hacemos ver más natural —se excusó.

—Lo sé, pero también hicimos ver muy natural esa pelea en el paddock y no en el buen sentido.

El madrileño se quedó callado tan solo viendo el mechón de cabello entre sus dedos muy fijamente con esa mirada tan suya.

—¿Siempre tuviste ondas? —dejó libre el mechón y observó cómo rebotó para formar un pequeño rulo. Suspiré viéndolo, parecía un niño pequeño maravillado con su descubrimiento.

—Carlos, cariño, estamos hablando de algo importante.

—Mira, yo me encargaré de hablar con Lele, ¿sí? ¿Ahora puedes responder mi pregunta? —me miró expectante.

Troublemaker [Carlos Sainz Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora