Capítulo 27

8 1 0
                                    

Desperté a la mañana siguiente con una sensación de paz que no había experimentado en mucho tiempo. El sol se filtraba por las cortinas, bañando la habitación con una luz suave y cálida. Me estiré, disfrutando de la sensación de las sábanas frescas contra mi piel.

Los eventos de la noche anterior parecían un sueño, un recuerdo borroso de risas y besos bajo las estrellas. Pero la sonrisa que se formó en mi rostro al recordar el rostro de Demian, la forma en que sus ojos brillaban cuando me miraba, me confirmó que no había sido un sueño. Había sido real.

El resto del día pasó en un abrir y cerrar de ojos. Entre las tareas del hogar y pasar tiempo con mi familia, apenas tuve tiempo para pensar. Pero a pesar de la ocupada rutina, mi mente seguía volviendo a Demian. A su sonrisa, a su risa, a la forma en que me miraba como si fuera la única persona en el mundo.

Ya había llegado la noche y Demian me había dicho que no podría conectarse a Discord, ya que jugaría con los chicos. Así que me acosté a leer un libro, perdiéndome en las páginas y en las historias que contaban.

Justo cuando estaba a punto de apagar la luz y dormir, mi teléfono sonó. Miré la pantalla, sorprendida al ver que era una llamada de grupo de Angeline, Jacob y Casper.

—¿Hola?—respondí, curiosa por saber por qué me estaban llamando a estas horas.

—Seri, tenemos una idea—dijo Angeline, su voz llena de emoción—. ¿Qué te parece si vamos a acampar en tres días?

La propuesta me tomó por sorpresa.

—¿Acampar?—repetí, tratando de procesar la idea—. ¿Todos nosotros?

—¿Eres sordita?, te estamos diciendo textual—confirmó Jacob—. Incluso podríamos llevar una ouija y ver que nos resulta.

—Bueno he hecho cosas peores—respondí

Un rotundo no sonó desde la línea de Angeline y Jacob mientras Casper y yo estallamos en risas.

La idea sonaba tentadora. Siempre me había gustado la idea de acampar, de estar en la naturaleza y alejarme de la rutina diaria. Y hacerlo con mis amigos sonaba aún mejor.

—Está bien—dije finalmente, una sonrisa formándose en mi rostro—. Vamos a acampar

Hubo un coro de vítores del otro lado de la línea, y no pude evitar reír.

—Nos vemos en tres días, entonces—dijo Casper, su voz llena de emoción.

—Nos vemos en tres días— confirmé, antes de colgar.

Estaba durmiendo cuando mi teléfono me despertó. Miré la pantalla, parpadeando para despejar el sueño. Era Demian. Miré el reloj. Eran las cinco de la mañana. ¿Por qué me estaría llamando a estas horas?

—¿Demian?—respondí, mi voz ronca por el sueño—. ¿Está todo bien? Es muy tarde.

Hubo una pausa del otro lado de la línea, y por un momento, me preocupé. Un sollozo sonó y sentí como mi estómago se apretaba. —Lo siento, Seri—dijo, su voz suave y quebrada—. Estoy teniendo una crisis y pensé en llamarte. Pero no me di cuenta de la hora".

—Está bien, Demian— dije, acomodándome en la cama—Estoy despierta ahora. ¿Qué pasa?

Hubo otro sollozo, y mi corazón se apretó. No me gustaba oír a Demian así, tan vulnerable y triste.

—No sé—admitió—. Solo... me siento abrumado. Como si todo fuera demasiado.

—Espera un momento, Demian—dije, tomando una decisión rápida.

—Por favor, no cuelgues—respondió él, su voz llena de miedo.

—Solo será un momento—le aseguré, y colgué el teléfono.

Así que bésame por última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora