Capítulo 14

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—Odio las matemáticas

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—Odio las matemáticas.

La queja de Nayeon me hace reír, la entiendo, esta materia también es un dolor de cabeza para mí.

—Supongo que ahora no puedes hacer uso de tu increíble cálculo mental. —digo con burla y ella hace un sonido de frustración.

—¿De qué me sirve calcular letras? ¡¿Cómo voy a saber cuanto es B entre A?!

—Esto no queda así, Nayeon, tienes solamente que restar los exponentes. —indico mientras hago la corrección en mi cuaderno.

—¡Esto es una mierda! —ella grita y se revuelve con frustración antes de dejar caer con molestia su cabeza sobre mi hombro. Desde la clase hasta ahora no ha parado de estar de mal humor debido al nuevo tema que no entiende para nada.

—Ya, bebé llorona. Déjame explicarte otra-...

—¿Im Nayeon y Yoo Jeongyeon? —ambas levantamos la mirada bruscamente hacia la bibliotecaria. Nos mira de forma severa y Nayeon rápidamente se endereza y se separa un poco de mi. Es la primera vez que alguien de la biblioteca nos llama la atención, y no logro deducir el porqué—. La directora las necesita en dirección, necesita hablar con ustedes.

Dicho eso, la mujer simplemente se da media vuelta y desaparece entre estanterías para ir seguramente a su puesto nuevamente.

Volteo a ver a Nayeon, quien muestra en su mirada la misma preocupación que siento. ¿Qué hemos hecho? Si fuese ruido o desorden la misma bibliotecaria ya nos hubiese dicho.

Con el corazón en los oídos y sudor frío, Nayeon y yo nos levantamos camino a dirección.

—¿Crees que quieran reconocerme mi esfuerzo? —Nayeon intenta aligerar el ambiente, rio un poco con ella pero no es suficiente para romper la tensión que siento.

Nunca me habían llamado así a dirección, ¿Es algo malo? ¿Por qué con Nayeon? ¿Acaso estamos en problemas?

Mi corazón no se calma cuando estamos frente a la puerta de dirección, Nayeon y yo nos damos una mirada, sé que está igual de intrigada que yo.

Luego de tener permiso de entrar, Nayeon y yo nos adentramos con duda en la oficina.

—Yoo e Im, tomen asiento, por favor. —la mirada frívola de la directora no se levanta de sus papeles hasta que Nayeon y yo nos sentamos—. Tengo entendido que usted, Yoo, se ha ofrecido como tutora personal de Im Nayeon este año, a pesar de ambas estar en último año e incluso misma aula, ¿Me equivoco?

—No, Directora Lee. Me he ofrecido debido a algunas dificultades académicas de Nayeon y por el crédito extra. —respondo firmemente, como normalmente hago, a pesar de estar cagada de miedo, ni siquiera soy capaz de voltear a mirar a Nayeon.

—Escuchenme, jóvenes —suelta los papeles, se quita sus lentes y apoya sus codos en el escritorio para darnos una mirada penetrante—. A pesar de que esta es una academia de alto prestigio, tenemos una política de no interponernos en las relaciones interpersonales de nuestros estudiantes. Sin embargo, eso no significa que puedan hacer sus asuntos personales dentro de nuestras instalaciones.

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