Cap. 22

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La mañana se situó en la ciudad y un cansado Hades se preparó para la audiencia en el juzgado. Este, a pesar de que se encontraba esperando en una de las bancas de aquel respetable lugar, experimentó una sensación de nervios; y esto era debido a la situación dada. Él en verdad no deseaba que sus hermanos, especialmente Poseidón, se enteraran de ciertas cosas.

—¿Nervioso?— preguntó un calmado abogado que en esos momentos lo acompañaba mientras este mascaba un chicle.

—No, Sr. Adán, solo... es el cansancio de la mañana— respondió Hades con tranquilidad, lo cual hizo levantar los hombros al abogado como si le restara importancia.

—Te diría que todo estaría bien, pero desgraciadamente tenemos al anciano como testigo del juicio y no creo que todo lo dicho allí se quede en privado— comentó Adán calmadamente, empezando así a inflar un globo con su chicle.

—¡Bastardo, eso ofende!— exclamó Zeus ofendido, ya que se encontraba a un lado de ellos.

—Es la verdad— respondió Adán sin importancia, reventado así su globo y volviéndolo a mascar como chicle.

Urgh... Si No fuEras AboGadO...— comentó Zeus entre dientes.

Sin embargo, Hades, antes de poder interrumpir a su hermano, vio que una puerta cercana a ellos es abierta, lo que hace que todos capten su atención a la persona saliente, mostrando así a una bella secretaria.

—Por favor, todos acudan a la auditoría— dijo ella con tranquilidad, cosa que hizo sonreír a Adán e hipnotizó a Zeus.

—Muchas gracias por el aviso, señorita Eva— expresó Adán cortésmente levantándose de su asiento, lo cual hizo sonreír a la mujer.

Una vez que ella se retiró, Adán se estiró y miró seriamente a Zeus.

—Ella es mi esposa— un breve anuncio que dejaba en claro una advertencia enorme para Zeus.

—Jump... ¿Por quién rayos me tomas?— preguntó ofendido el menor, aunque más parecía estar nervioso, ya que captó muy bien el mensaje.

—Andando...— dijo Adán de forma cansada, pasando ahora hacia la auditoría.

Calmadamente, los tres se adentraron en la habitación y pudieron observar desde el otro extremo a la persona demandante junto con su equipo de abogados.

—Esperen un momento— expresó uno de los abogados contrarios —El abogado del acusado no es un abogado— aclaró cosa que el juez presente alzó su ceja en forma de duda.

—Orden— dijo el juez en medio de los rumores de los abogados contrarios.

Pero aquellos comentarios, ni inmutaron a Adán.

—Si me permite su señoría, procederé a aclarar el comentario previo del abogado demandante antes de iniciar esta audiencia. En verdad tengo algo que confesar— aquello captó la atención del juez y eso lo hizo asentir.

—Prosiga— dictaminó el juez.

—Seguramente es posible que uno de los miembros del bufete de abogados de la demandante me haya visto laborar en otro lugar— dijo Adán calmadamente —Pero déjeme decirle, que eso es porque tengo 5 títulos universitarios— aquella confesión dejó muda a las risas calladas del rival —Quizás es por ello que el abogado de la demandante confundió mi profesión, aun así las diversas situaciones laborales que hago me gustan, es por eso, que posiblemente el señor me haya visto en otros lugares dentro y fuera de la ciudad, no obstante, no diré más que aquello, ya que esto es parte de mi vida privada— después de aquella aclaración, el juez golpeó con su martillo la mesa para iniciar con el juicio.

Amor Peligroso🎋(Hades x Qin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora