Cap. 24

311 30 22
                                    

Mientras tanto, un feliz Apolo veía un teléfono móvil sonar y vibrar consecutivamente, un número desconocido no paraba de llamar y eso era una muy buena señal para él, ya que no se esperó que cierta persona orgullosa llamaría a este número.

—Simó, cariño, ¿puedes destruir mi teléfono?— pidió Apolo, antes de ver al serio joven pelinegro asentir y sacar de su bolsillo una pistola, para después disparar justo en el teléfono móvil y así destruirlo completamente —Kfufufu... buen trabajo, aunque... no pudiste cumplir mis órdenes cariño— mencionó Apolo con pena antes de levantarse de su asiento y acercarse al tranquilo y serio joven —Me sorprende que fallaras dos balas... unas... simples dos balas— recalcó antes de tomar el mentón ajeno y acercarse lentamente —Mereces ser castigado...— susurró cerca de su oído antes de tomar de la mano al serio joven y llevárselo de ahí.
.
.
.

Por otra parte, un molesto militar dejó de llamar y se sentó con pesadez en su asiento para comenzar a analizar la situación.

—¡Mierda!, lo descubrieron...— dijo molesto Leónidas antes de sacar un puro de su cajón.

—¿A quién exactamente?— preguntó Hades sin darle importancia al asunto.

—A nadie que te importe— remarcó Leónidas antes de dar una calada muy fuerte a su nuevo puro —De todas formas, dime, ¿has notado algo diferente en los asesinos que te seguían?— preguntó no queriendo afirmar su respuesta final.

—Fue solo uno, uno no muy astuto— respondió Hades de forma seria, cosa que hizo suspirar de pesadez al militar.

—Mierda, es peor de lo que pensaba, el niño blanco te sigue— dijo Leónidas antes de tomar su teléfono, sorprendiendo así a Hades.

—Ni siquiera describí su apariencia— mencionó el detective algo extrañado.

—No es necesario— aclaró el militar antes de calar de nuevo su puro —Ya que... Tu... ahora estás muerto— está aclaración enfadó un poco a Hades.

—No es tan bueno como dices— respondió el detective viendo al militar llamar a alguien —Sigo aquí— aquella respuesta le sacó una risa a Leónidas.

—Por el momento— advirtió, pero antes de que el detective siguiera hablando, la comunicación conectó con el teléfono móvil —Llamen al perro negro a mi oficina, ahora— demandó el militar de manera fría antes de colgar con la llamada.

Para Hades esto era un misterio, así que dejó al militar hacer su trabajo, antes de poder intervenir en lo que trataba de hacer.

A los minutos, un joven vestido completamente de negro entró a la oficina del militar dando un gran portazo a la puerta. Se veía molesto, así que antes de poder decir algo el militar lo interrumpe.

—La muerte blanca está acechando a nuestro colaborador— después de decir aquello, el enojo de Anubis se esfumó y miro seriamente a Hades, examinándolo de pies a cabeza.

—¿Cuál fue el sitio en el que te disparó la última vez?— preguntó el joven al detective.

—Cerca a los callejones de la plaza central— respondió monótonamente Hades.

—Bien— fue entonces, que la seriedad del joven se esfumó dando lugar a un enojo dirigido hacia Leónidas —¡Será mejor que no me llames, viejo decrépito!— luego de dar aquel insulto, el joven Anubis se retiró molesto del lugar, no sin antes asotar la puerta con fuerza.

Hades suspiró cansado mientras veía como el militar se sentó seriamente en su asiento, supuso que no había nada que hacer más que esperar, así que sin decir nada, sacó de su bolsillo un USB con toda la información que había compilado de su caso y lo dejó en el escritorio frente a Leónidas antes de mirarlo fijamente.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 14 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Amor Peligroso🎋(Hades x Qin)Where stories live. Discover now