Nunca fue la intención de Book acostarse con la persona que le gustaba a su mejor amigo. Tampoco fue su intención que comenzara a gustarle y mucho menos que ese tipo terminara siendo su alfa.
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Force fue partícipe del momento en que su padre los abandonó. Un Force de diez años observaba cómo su padre gritaba y movía sus manos exageradamente, para después tomar cuatro bolsos que estaban en el suelo e irse. Azotando la puerta.
Force giró a ver detrás de él para ver si sus hermanas no se habían despertado. Pero ellas seguían completamente dormidas.
Escuchó un sollozo de parte de su madre y decidió que era el momento para salir de su pequeño escondite. Con pasos lentos y pequeños llegó hasta el sofá donde su madre tenía su rostro entre sus manos mientras lloraba.
-¿Mami? -la omega rápidamente levantó la cabeza y comenzó a limpiarse las lágrimas.
-Cielo ¿Qué haces despierto a estas horas? -preguntó con su voz entrecortada.
-No pude dormir.
La verdad era que si había podido dormir, se había despertado a causa de los gritos de sus padres, pero no quería hacer sentir peor a su mami.
-Vamos a la cama, me quedaré ahí hasta que duermas -. Pero antes de que la omega se pusiera de pie, Force negó y se sentó a un lado de ella.
-¿Papi se fue? -pregunto.
-Es tarde, amor, vamos a dormir y...
Pero Force negó e insistió nuevamente- No va a volver ¿Verdad, mami?
-¿Por qué piensas eso, Force?
-Lucas -un compañero de su escuela-, dijo que un día sus padres pelearon, su madre salió de la casa y nunca más la vio.
Susy se quedó mirando el rostro de su pequeño. Se dió cuenta de que era una copia exacta de su padre, hasta las mismas expresiones tenían.
-Eres pequeño para estas cosas, amor...
-No soy pequeño. Ya soy un alfa grande -inflo su pecho- ¿Volverá?
Susy sintió sus ojos y garganta picar- Force, amor...a veces, las parejas simplemente dejan de quererse.
-¿Papi y tú ya no se quieren?
-Muchas veces las cosas no salen cómo las planeamos. A veces las cosas entre las personas no funcionan más -trataba de ser lo más delicada pero explicativa con su pequeño-, pero esa es cosa de papá y mía.
-¿Papi ya no nos quiere? -los ojos Oscuros de Force se cristalizaron.
-No, no, amor. Papi los quiere, a ti y a Luz y a las gemelas. Lo que pase entre él y yo, no tiene nada que ver con ustedes, él los va a amar por siempre, son sus hijos... volverá.
Pero Susy mintió. Force pasó días enteros sentado junto a la ventana a la espera de su padre, pero este jamás apareció. Tuvo la esperanza de que apareciera en su cumpleaños número once, pero tampoco pasó. Creyó que tal vez volvería para algún cumpleaños de sus hermanas, pero tampoco sucedió.
