Nunca fue la intención de Book acostarse con la persona que le gustaba a su mejor amigo. Tampoco fue su intención que comenzara a gustarle y mucho menos que ese tipo terminara siendo su alfa.
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-Te voy a recordar de quién eres, Bookie, para ver si así dejas de estar de culo suelto -. Le dijo en un susurro.
Book no se quejó. No abrió la boca. Acostumbrado a este tipo de cosas, se dejó hacer, tratando de convencer a su omega de que esto le gustaba. Su entrada dolía, se sentía horrible cada que el alfa entraba y salía de él. Aun así, no dejo salir ni un solo quejido.
-¿Quieres que pare, Bookie? ¿Eso quieres?
Sabía que en realidad a Ohm no le importaba su respuesta. Sin importar si quería o no, siempre seguía.
Solo negó, pues sabía que si abría la boca, gemidos de dolor saldrían de ella, y lo menos que quería era hacer enfadar más al alfa.
-Aprenderás a ser un buen omega, por las ñ buenas o por las malas.
Abrió los ojos. Su respiración estaba agitada y tenía rastros de lágrimas en sus ojos. Levantó su mano temblorosa y tocó el hombro desnudo de Force.
-F-Force -dijo apenas en un susurro- Force. Alfa.
Force se despertó rápidamente, asustado y alerta.
-¿Qué sucede? -susurro con su ronca voz- ¿Qué tienes, por qué lloras?
-No lo quiero cerca, no otra vez -. Susurro, pegándose al calor del cuerpo de Force.
-¿A quién? ¿Que paso? ¿Alguien te hizo algo? -sentía a alfa gruñir en su pecho de solo imaginar que alguien se había atrevido a hacerle algo a su omega.
-No lo quiero cerca.
-¿Quién?
-Prométeme que no dejaras que se acerque a mi, alfa, nadie, nadie más.
-Lo prometo -no insistió en saber de quién se trataba-. Duerme, estoy aquí. Sobre mi cadáver alguien vuelve a hacerte algo.
Book asintió, consiguiendo dormir hasta que Force dejó salir su aroma para calmarlo.
Book había buscado ayuda profesional hace años para superar ese mal episodio en su vida. Pero, había noches como estás, en qué su mente le hacía una mala jugada. Los recuerdos se sentían tan vividos, que algunas veces despertaba desesperado mirando todo a su alrededor para confirmar que solo había sido otra pesadilla, que ya no estaba en ese lugar. Ya no era el Book de dieciséis.
Ahora, estaba con su alfa, a salvo, con su pequeño Nick. Tenía que recordar eso más a menudo.
Ahora estaba a salvó.
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