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Tanto Yae como Ayaka iban aprovechar aquella situación que se les había presentado en bandeja de plata para poder preguntar indirectamente sobre su interés amoroso.
--Tu amiga Raiden ¿no le gusta el amor? Preguntó la peli-rosa moviendo con uno de sus dedos en la mesa un lápiz de un lado al otro, Lumine solo la vio unos cuantos segundos para luego cerrar fuertemente aquel cuaderno donde tenían que apuntar el trabajo asustando un poco a Yae por su repentino movimiento.
--¡Es todo por su hermana! Grito la joven rubia sin pensar había gritado aquello, Yae solo se quedó confundida ¿Que había hecho Makoto? --Solo... no quiere enamorarse, aún no encuentra a la indicada. La joven paso una de sus manos en el cabello de si misma tirandolo hacia atrás.
--Ahorita llegará la indicada, no te enojes con ella. La peli-rosa palmeo la cabeza de la chica suavemente, la rubia solo suspiro cansada.
Se había pasado aquel día con Raiden, ella solo quería que le creyera que había visto aquel hilo rojo, pero la terca de su amiga no quería creerle y eso le molestaba un poco, aún así pensaba que no tenía que comportarse así, después de todo comprendía cómo se sentía Ei con ese tema.
--¿Podemos seguir mañana con el proyecto? Necesito buscar a Raiden. La peli-rosa sonrió y asintió a la petición de la rubia, la chica tomó sus cosas y salió corriendo de aquel salón donde se encontraban.
Necesitaba pedirle perdón a su amiga.
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