10

223 19 3
                                    

El mayor miedo de Raiden era quedarse a solas con aquella peli-rosa que había estado presente en todos sus días y en su mente a cada instante, las personas dicen que hay que enfrentarse a sus miedos pero el único miedo de Raiden Ei, era esa joven ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El mayor miedo de Raiden era quedarse a solas con aquella peli-rosa que había estado presente en todos sus días y en su mente a cada instante, las personas dicen que hay que enfrentarse a sus miedos pero el único miedo de Raiden Ei, era esa joven peli-rosa.

--Entonces Raiden... La peli-rosa paso un dedo por la mano de esta con una sonrisa en sus labios, las dos se encontraban en el salón y para su suerte completamente solas.
--¿Viste el hilo rojo?

--No se de lo que hablas Yae.

--¿No? La chica se levantó del asiento para sentarse en las piernas de la mayor, puso sus manos al rededor del cuello de esta.
--Puedo leerte muy bien. La joven de ojos rosas beso suavemente los labios de la chica haciendo que está se sobresaltara, aquello había sido solo un sueño

Pegó su cabeza contra la mesa que estaba haciendo que abriera los ojos somnolienta, al frente suyo tenía aquella peli-rosa que la veía con duda y preocupación.

--Lumine no te quería levantar, entonces me dijo que te cuidara.

--Ya veo, lamento darte problemas. La peli-rosa tocó su frente dando un pequeño masaje al dolor que sentía en esa zona.

Yae solo la miró unos cuantos segundos para luego levantarse y quitar la mano de la joven ahora ella haciéndole aquel masaje, Raiden al ver lo que estaba pasando se tiró para atrás pero la silla quedó pegada con el suelo haciendo que la silla y ella cayeran hacia atrás.

--¿Estás bien? ¿Acaso te incómodo?

--No.. no es eso, solo que... Las palabras no podían salir de la peli-morada sentía un gran nudo en ella.

--No soy idiota Raiden, veo como evitas verme o estar a solas conmigo. La joven la miraba molesta, la de ojos violeta se levantó de aquel asiento de paso poniendo su silla en su lugar.

--No me incómodas Yae, solo que no estoy acostumbrada a esto.

--¿A qué exactamente? Yae se quedó confundida que era "esto" para su contraria.

--Nada...

--Raiden, se que viste el maldito hilo rojo ¿por qué no me has dicho nada? La joven de cabello rosa tomo las manos de su mayor, en su mirada se veía desesperación y tristeza por no tener un resultado con la joven que su corazón había esperado tanto.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hilo rojo | EimikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora