Llegó una invitación de la duquesa. Una nota que decía que quería "compartir una taza de té sin ningún propósito en particular", o algo por el estilo. Y como antes había sido demasiado grosero con ella y sus invitados, esta vez tuvo bastante cuidado para llegar a tiempo y le pidió personalmente a su sirviente conducirlo al invernadero para que no se fuera a perder.
La mesa de té había sido instalada en el medio del jardín, justo en un lugar lleno de pájaros, flores y hojas anchas de plantas tropicales que habían sido traídas especialmente de un mar en el mediterráneo. Muchísimo más grandes que los de un árbol normal. Además, también notó que había tres asientos disponibles justo en la parte más alta y finalmente, se encontró con una cara familiar que terminó por ofrecerle una sonrisa:
"Arok, mira nada más. ¡Justo hoy llegas a tiempo!"
"Hola, su Majestad".
Bajó la cabeza hacia la dirección desde donde había escuchado su voz. Tampoco se olvidó de besar el dorso de su mano enguantada y de reírse cuando hizo el mismo chiste aburrido sobre el clima. Sin embargo, cuando la Duquesa dijo que se levantara utilizando esa maravillosa sonrisa de "celebridad", el rostro de Arok se contrajo casi sin darse cuenta del momento en que ocurrió. ¡No pensó que fuera a encontrarse con Bendyke tan pronto!
"¿Tú...?"
Bendyke asintió, pero pareció una burla.
"¿Por qué está aquí?"
"Pues porque tengo el derecho de invitar a quien quiera a mi casa".
"Lo que pasa es que... Bueno, el estatus y la personalidad de esta persona son bajos. No encaja con la dignidad de su Majestad".
"¿Estás juzgando a mis invitados justo frente a mi cara? Eso es muy grosero. No lo esperaba de ti". La duquesa frunció el ceño y regañó a Arok. "Espero que te disculpes."
"...Lo siento."
"Parece que estás muy disgustado con el señor Bendyke, pero, no manches tu nombre revelando tus verdaderos sentimientos frente a todos. Porque aquí representas a la nobleza. Recuérdalo".
Como dijo la duquesa, Arok era el único noble "famoso" aquí. Hacer un escándalo en este momento no valía la pena.
"Vamos. Es difícil caminar sola. Mis articulaciones se han vuelto muy débiles, ya ves ¿Me ayudas?"
La duquesa, que estaba siendo escoltada por Bendyke, lo ignoró por completo y le tendió la mano a Arok en su lugar. Ella se apoyó cómodamente contra él, se acomodó un poco la garganta, y mientras caminaban lento hacia la mesa de té, finalmente hizo un gesto con la mano y dijo:
"No allí, sino a mi habitación."
"¿Su habitación?"
"Me disculparé primero hoy. Caminé un poco y estoy bastante cansada".
"Entonces, ¿Hacía dónde?"
"Quiero tomar un poco de aire, así que por favor, guíame por el lado más largo".
¡Arok se estaba sacrificando por capricho de la duquesa otra vez! Y mientras se dirigían hacia su dormitorio pasito, a pasito, A PASITO, resultó que Bendyke decidió comenzar a acercarse hacia los dos como si también lo hubieran invitado desde el principio. Le tendió la mano:
"¿Qué hizo la duquesa para estar tan agotada?"
"Simplemente caminé por el jardín un momento".
