Mercy Castillo lleva una vida mejor de lo que jamás imaginó: Tiene casa propia, una relación estable y un contrato para que su banda, Finders Keepers, sea el acto de apertura en el tour de reunión de Cinema Kisses.
Mason Lewis también está viviendo...
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No puedo evitar que me sorprenda lo fácil que fue quedarme dormida anoche; tan fácil a pensar de que yo sabía que tenía que pensar, tan fácil a pesar de que el corazón me latía rápido y con fuerza, tan fácil a pesar de que todo me ponía tan inquieta...
No sé si es eso lo que me causa el asco, o si son solo las consecuencias de haber bebido demasiado. La cabeza me da vueltas, y yo solo lo acepto, sabiendo que debo continuar. Esta noche sí va a haber un concierto, sí voy a cantar, sin importar cuánto me duela la cabeza una vez se asome la luna.
Suspiro. Me siento cansada; podría volver a dormir, pero me asomo fuera de las cobijas y veo a Chloe despierta, sonriente; me pregunto si ella no bebió, o si bebió menos, o si simplemente ella puede soportar el alcohol más de lo que yo hago. Creo que ella está mucho más acostumbrada que yo.
Sacudo la cabeza para dejar de preguntarme tantas cosas estúpidas, y vuelvo a concentrarme en lo que realmente importa: Ella está radiante y yo debería estar igual, ya arreglada y preparándome para vivir otro gran día, otro día precioso, tal como han sido todos los días del tour... Excepto por el de ayer.
La noche de ayer me golpea la cabeza con rabia, lo hace miles de veces, parece que quiere sacarme lágrimas o quitarme la vida.
Me siento tan culpable como debo, mi corazón está tan apretado como debe.
Y al mismo tiempo que todo en mí está correcto, nada lo está, porque de mi cabeza no sale la textura de los labios de Mason, áspera, pero al mismo tiempo muy distinta a la que tenían cuando era adolescente. Tampoco sale el tacto suave y delicado que alguna vez estuvo en mi cintura, ni su aroma... Aroma simplemente a él, sin ningún disfraz.
Mucho menos sale mi conclusión, lo único que debería pensar sobre lo que ocurrió: Este es el punto de no retorno. Todos los lazos con mi pasado deberían desatarse o ya lo han hecho. No puedo hacer nada para negar que quiero a Mason, no puedo hacer nada para fingir que nada de esto pasó; solo puedo caminar hacia adelante y abandonar muchas cosas que alguna vez me hicieron feliz y que ahora solo hacen que mi felicidad actual me cause culpa.
Aunque lo sé, mi mal ánimo no se irá ni siquiera si me deshago del anillo de compromiso, del futuro que había prometido a la mujer que alguna vez ví perfecta, ni siquiera si borro toda la evidencia de que alguna vez quise eso; una vida con ella, un vestido de novia, un gatito durmiendo en la misma casa que nosotras dos, rasguñando la puerta de nuestro cuarto y maullando mientras dormimos.
Soy una persona horrible y siempre voy a aceptarlo. Siempre me va a perseguir.
Pero puedo evitar hacerme peor.
Puedo y debo terminar con Lynn lo antes posible.
Y lo pienso: Podría llamarla por teléfono ahora mismo y decirle todo lo que debo, podría destruir lo nuestro desde ya, podría dejar de ser un monstruo en este preciso momento... Pero eso también se siente mal. A mí alguna vez me terminaron en un mensaje de texto; no me gustó, y todos odiaban escuchar esa historia; todos lo vieron como una persona horrible, incluso aquellos que juraban que querían entenderlo. Eso tampoco es correcto; debería explicar razones con calma, debería verla a los ojos, debería... Debería hacerlo sentir real, porque eso es lo que más daña: Mirar al teléfono millones de veces esperando solo haber soñado que eso pasó, que el mensaje o la llamada ya no esté allí. Y que siempre siga estando.
