15. Hamburguesa con papas

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«The cool kids aren't cool to me
They're not cooler than we are»

Wild Things - Alessia Cara

ASTER 

Ha pasado una semana desde el último concierto en el concurso. Estamos otra vez aquí.

Esta vez les ha tocado el puesto 8. Quedan 20, se eliminan 10 en cada ronda así que la final será con la mitad de los participantes de hoy.

Kale está a juego con el resto de la banda, vestidos de blanco bajo las luces amarillas, el clima no favoreció nuestro recorrido, alguien tuvo que empaparse bajo la lluvia para poner la carpa que proteja la batería.

Y viajar incomoda con los instrumentos encima.

Cuando digo "alguien" me refiero a mí.

Los relámpagos no cesan, con mucha suerte se escuchan los parlantes a todo volumen por encima de la lluvia cayendo en el techo de chapa. Tengo el cabello empapado, la ropa hecha un desastre y el intento de delineado se me escurre de la cara. Doy miedo.

Los músicos de la vez anterior que al menos retiraban sus miradas hacia mí ahora me observan con asco. Soy la persona tras bambalinas que los ayuda a subir al escenario con todo en orden, no debería tener presión social.

Nazar tenía decidida la canción esta vez, lo cual quita el factor rapidez y concentración de jugar sin ver sus cartas. Tienen un minuto antes de empezar.

—Suerte —aliento a Oliv—. Dile a Nazar que tenga equilibrio, no como la última vez.

—¡Te estoy escuchando! —reclama Nazar.

—Suerte a ambos. —la abrazo antes de que suba.

Doy media vuelta. Kale aún abajo del escenario observa al público. Hay muchas más personas, probablemente cubriéndose de la lluvia, unas 300.

—¿Qué te pasa? —indago al percatarme que juega con los dedos de sus manos.

—Nada.

—¿Sientes presión? —sonrío— "No dejes que la presión te haga olvidar que eres capaz". —cito la letra de una de sus canciones.

Esa la recuerdo de memoria porque Daisy me torturó dos años seguidos al ponerla de alarma.

—De verdad te molestó esa frase. —recalco sorprendida, no se puede ver mucho de su rostro con el pasamontañas, pero lo ví poner los ojos en blanco.

—Deja de burlarte de mí, Aster.

—Simplemente es una frase que me pareció tonta.

—¿Te parece tonto creer en ti?

Auch.

Tomo una larga respiración. Desvío la mirada, él debe subir al escenario en cualquier segundo.

—Te irá genial en ese examen —afirma Kale—, solo tienes que ser tan prepotente como en tu día a día, romperle la boca al profesor y quemar la hoja.

—Te irá genial en este concierto —lo imito—, solo tienes que criticar al jurado, tratar de pintar de amarillo al público e insultar al micrófono.

—¿Lo crees?

—¿Qué eres un imbécil? —me cruzo de brazos—. Sí.

—No —se pone serio, posa su mano en mi hombro y no reacciono a tiempo para apartarlo—. ¿Crees que pueda pasar esta ronda?

—Nazar y su banda son increíbles. Por supuesto.

—Me refiero a mi —aclara—. ¿Crees que yo pueda hacerlo? Como cantante.

No apto para artistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora