24. Gelatina congelada

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«They told me all of my cages were mental

So I got wasted like all my potential»

This is me trying - Taylor Swift

KALE.

Sé que no es momento de enamorarse.

Y sé que hacer una confesión fue una decisión terrible.

No se lo comenté a Aster porque no era el momento, sin embargo, mi compromiso con Candy no fue una escena romántica, no fue dulce y no fue mi idea. Estábamos entre cuatro paredes en una reunión de negocios cuando el manager de ella dijo "Sería bueno para Candy demostrar una imagen más seria ahora que Kalightnigh está de gira" y mi madre en la reunión completó con un "A su edad, yo ya estaba casada".

El dueño de mi disquera presente en la mesa es su padre, a él le gustó la idea de que el público le tuviera envidia a su hija y miró a mis compositores fantasma, ellos dijeron que un álbum de romance en este año sería ideal. El equipo de marketing y diseño empezó a planear la campaña desde antes que aceptara.

Llegó al punto en el que decidían mis próximas acciones sin mí, hacer mi música era lo único que quería e incluso siendo compositor, vocalista, tocando una decena de instrumentos en un muy buen nivel, no me dejaron hablar. Le dieron la noticia a Candy, nos compraron sortijas de compromiso así que todo parecía ir en marcha. Sin que yo haya dado en sí.

Sabía que era falso, pero tenía consecuencias reales. Traté de acomodarme a ello, traté de enamorarme de ella con los años hasta que según yo, "lo logré".

Ese antiguo enamoramiento pareció un chiste cuando besé a Aster por primera vez.

Sin embargo, la herí. No puedo evitar dañar un poco todo lo que sujeto desde la inexperiencia. Tenía que contarle antes, claro, mas no lo hice porque me dio pena conmigo mismo y porque tenía miedo de que se alejara de mí al enterarse. Fue empática al saber la mitad del contexto, no lo merezco.

Evitó darme una respuesta cuando le dijo cómo me sentía. Eso sí lo merezco.

—¿En qué piensas? —indaga en la oscuridad de nuestro cuarto, son las dos de la mañana.

—¿No puedes dormir? —cuestiono preocupado.

—Yo debería hacerte esa pregunta.

—Estoy pensando —suspiro—. Eso entretiene mucho mi cerebro, es molesto. Desearía poder callarlo muchas veces.

—Igual. Grito en mi mente para ver si se callan, no funciona —ríe— es agobiante, pienso, siento y analizo tantas cosas que mi cabeza pesa. Podría explotar en cualquier momento.

—Las cabezas no explotan, lastimosamente.

—Lo sé, solo explota el corazón.

—Hablando de eso, Aster...

—Es mejor evitar el tema, independientemente de nuestra discusión. Estoy confundida.

Su "estoy confundida" suena más a un "estoy asustada" y la entiendo por completo.

—Ni te preocupes. Está bien, no tienes que darme explicaciones.

—Podemos seguir siendo amigos, ¿Cierto? —se reacomoda en su cama para mirarme—. Nadie me había entendido como tú, no había conectado con alguien así jamás y no quiero perder eso.

—Somos mitades de un mismo espejo roto. —bromeo.

—Somos artistas torturados. —me sigue el juego.

No apto para artistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora