O3. Divididos

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Taeyong se metió a su baño privado para relajarse. El agua temperada entibió su cuerpo, tanto, que el frio de la habitación lo golpeó como huracán. No tardó ni un minuto en vestirse con varias capas de ropa. Las tierras de los Jeong eran sumamente heladas. Nevaba o llovía prácticamente todos los días. Sehun le comentó que era normal dormir de a varios en las camas para entrar en calor. Por lo que, se dirigió a la habitacion contigua. El menor no le escuchó entrar. Cada vez que Lee ingresaba lo encontraba estudiando. ¿Para qué se estaría preparando? No le dio importancia. Se aproximó, deslizó sus manos bajo las prendas del muchacho y se apegó.

—Alfa Lee. ¿Qué haces?

—Eres mi Omega ¿no?

—Por supuesto.

—¿A quién se supone que busque cuando necesite pasar el frío?

—A... mí.

—Exacto. ¿Tienes otra silla?

—Ahí. Detrás del sofá.

—Fantástico.

Lee fue por el pequeño asiento tapizado con terciopelo y lo colocó junto al escritorio del menor.

—¿Qué lees? —Una vez más, metió sus manos bajo la camisa del menor y lo abrazó, descansando su barbilla en su hombro.

—Un libro de economía. Mis padres quieren que maneje las finanzas de nuestras tierras. Además, como viviré en la ciudad, podré integrarme a la parte empresarial.

—¿Vivirás en la ciudad? ¿Dónde?

—Contigo.

—Ah. ¿Quieres vivir allá? Pensé que preferirías quedarte aquí. Es agradable si quitas los diluvios y el barro.

—Como tú lo prefieras. Podemos dividir las temporadas. Pasar el Verano e Invierno allá. Mientras que nos quedaríamos en Otoño y Primavera aquí.

—Sí. Que gran idea. Eres más inteligente de lo que esperaba.

—Gracias, Alfa.

Por unos segundos, Taeyong adoró planear su futuro juntos. Hasta recordar que Jeong no era un Omega oficialmente.

—A ver ¿por qué estamos hablando como si nos fueramos a casar? —Se distanció—nuestra unión es incierta, Jeong. Recuerda eso.

—Sí, Alfa Lee. —Agachó la cabeza.

—Parezco loco cambiando de repente mi opinión ¿no?

—No, Alfa.

—Sí ¡admítelo!

—Pareces loco.

—¿Eso crees?

—No. Pero es lo que tú querías oír.

—Ash, te voy a matar si no te presentas como Omega, Jeong. —El rostro del menor se arrugó con terror. —No es cierto. Sólo me voy a enojar, eso es todo. —Estiró su mano hacia su mejilla para acariciarla. —Eres muy lindo como para hacerte daño, y eso me enfurece.

—Taeyong.

—¿Sí?

—¿Me regalas un beso? —consultó travieso.

—¿Qué? —Quiso reír.

—Para saber cómo es. Qué se siente.

—¿No has tenido pareja antes?

—No. Es rara la vez que interactúo con otras personas fuera del clan.

—Pobrecillo. Te perdiste de las mejores fiestas ofrecidas en la casa Lee.

Road to heaven ࣪𓏲ּ ᥫ᭡ JaeyongWhere stories live. Discover now