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La puerta de la habitación se cerró en silencio y el seguro fue puesto, Cassi miraba atentamente aquel hermoso hombre que cruzaba sus brazos sobre su pecho, tenía aquel traje de cascanueces esta vez, rojo. Su mirada estaba en ella, en su cabello dos centímetros mas abajo de sus hombros, noto como aquellos ojos que lo observaban en su mundo con admiración ahora lo miraban con tristeza embargándolo de culpabilidad.

—Mi hogar espera por nosotros.

—No iré contigo a ninguna parte, Taehyung— susurro su nombre, su ceño se frunció, juraba que no recordaba ese nombre hasta ese momento—. Eres una alucinación que desaparecerá en cuanto esta noche acabe, fui engañada por ti, me ilusionaste para...

—No digas eso— Cassi jadeo, Taehyung la tomaba de sus brazos, no había notado cuando se acercó de manera rápida—soy tan real como tú, como aquella mujer que se ahoga en alcohol afuera de esta habitación, jamás te engañe, sería incapaz de hacerlo cuando te espere siendo un maldito muñeco de madera, solo para ti. Casi me arranco mi corazón cuando el portal se cerró, cuando te perdí por culpa de esa hada de luz, ¿Acaso mis ojos mienten al mirarte, Cassi? ¿No sientes como de frenético se pone mi corazón al tenerte tan cerca y viva delante de mí?

Cassidy se zafo de su agarre dejando correr lágrimas, su corazón también bombeaba de manera frenética. — quiero creerte, pero supe la verdad, tu...

— ¿Qué soy un elfo oscuro?— sonrió de lado retirando el sombrero de su traje—, ¿Qué tiene de malo? Mi madre era una obsesiva y mi padre se enamoró de ella creyendo en sus mentiras, me mintieron a mí y a un reino que desapareció junto a su pobre rey, mataron a la mujer que me amo y cuando la recupere, la estúpida reina de las hadas envió a una de luz para traerte a tu mundo. Esa es la verdad, mi verdad, ¿Me creerás mi Lady?

Cassidy dejo que el nudo en su ser se desenredara, sollozo con fuerza llevando las manos a su rostro.

—Me crees, sé que me crees. Temes que solo sea una simple ilusión de tu cabeza, ¿Tanto creabas fantasías de mí, tanto me extrañabas como para que tu subconsciente te mostrara imágenes de mí?— pregunto tomándola de las mejillas, odiaba verla de aquella forma— te prometo que soy real, que no me iré, estaremos eternamente si aceptas irte conmigo, mi Lady.

—... no es real, tu no lo eres...

—Mi Lady Cascanueces, soy más real de lo que crees. — los ojos del joven comenzaron a cambiar, es escarlata comenzaba a brillar, era tan atrayente, tan llamativo que no supo en que momento sus labios comenzaron a moverse lentamente.

Taehyung sabía a fresas, sus labios eran suaves y esponjosos. Cassi subió sus manos hasta posarlas sobre su cuello detrás de su nuca, jugaba con los mechones y suaves cabellos. Taehyung la dirigió hasta la cama, despacio y sin prisa mientras, las ventanas se cerraban y la oscuridad invadía la invitación, Cassi se dejó llevar no solo por los suaves besos y las caricias aun sobre la ropa sino, por el anhelo que sentía por el joven Cascanueces. Se aferraba a que el fuera real y no una simple ilusión de su mente mientras estaba bajo los efectos del alcohol.

Los besos bajaron por su cuello y sus ojos permanecieron cerrados mientras los suspiros de ambos llenaban las cuatro paredes, la ropa fue un estorbo y la sonrisa que Taehyung no podía mostrar por la oscuridad estaba plantada en su rostro. Ella iba a ser suya, seria suya siempre y después de tenerla en cuerpo se llevaría todo su ser. Sus ojos brillantes fueron hasta la caja, donde era su hogar se estaba agrietando poco a poco, debía darse prisa antes de que la noche buena acabara. Sus manos hábiles tomaron su cintura y se hundió sacando un jadeo lleno de excitación que choco con su rostro, su voz ronca y varonil soltó su nombre con deseo y sus cuerpos se movieron el uno contra el otro en un vaivén lleno de sudor mezclados con sus perfumes.

—Te prometo el mundo entero, Lady Cascanueces. — Susurro en oído, Taehyung empujaba mientras su espalda era un tanto rasguñada a causa del placer de la joven, Cassi estaba en las nubes escuchando su voz suave tararear— olvida todo, las tristezas y todo lo que te ata aquí.

Cassi gimió aferrándose a la ancha espalda, sus ojos aun poco acostumbrados a la luz trataron de visualizarlo, pero no pudo. Llevo sus manos hasta posarlas en sus mejillas y regalarle un beso tierno, uno que ella pensó había sido poco para lo que la hizo sentir hace un año. Taehyung sostuvo sus mano fuertemente, y ahí, Cassidy se dio cuenta que el cuento del cascanueces no solo era un cuento para niños, que Barbie no solo había viajado y estado junto a él, no; El Cascanueces era real, pero este en particular, el que estaba tomando su mano con fuerza no luchaba contra un ejército de ratones y su rey, no bailaba en la fuente esperando a su salvación, no, este era un Cascanueces distinto, uno que la estaba haciendo suya y la iba a sacar de su realidad.

Embistió más rápido haciéndola perder el control de su voz y cuerpo mientras susurraba palabras inentendibles, mientras su cabello se tornaba blanco y una líneas negras marcaban su espalda perlada. El enlace de un elfo estaba siendo completado, ellos estarías juntos porque así Taehyung lo quería, se la llevaría. La beso con fuerza escuchándola suspirar al ya llevar a su clímax, sonrió en grande pues sus ojos comenzaban a cerrarse, ya era hora. Tomo un mechón de su cabellos soplándolo para colocarlo alrededor de su cuello, este brillo impregnándose y dejando una delicada gargantilla de gemas.

—Volveremos a casa, mi reina. 

 

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El Cascanueces©Where stories live. Discover now