El Cascanueces©

11

Delineo con la punta de sus dedos los retratos familiares que posaban delante de él, uno donde una bella niña pequeña sonreía en las piernas de una joven mujer, Sara. Bufo escuchando el ronquido proveniente del sofá.

— ¿La extrañaras?— pregunto, mientras aquella niña iba desapareciendo dejando solo a una mujer sonriente— le agarraste mucho afecto a esa humana.

—Solo hice mi trabajo, tardaste mucho y tuve que vivir en las sombras— Arthur toco un mechón del cabello de Sara—. Extrañare convivir con estas personas, mas con tu mujer y su tía.

—No debes aferrarte a los humanos— escucho su bufido sacándole una sonrisa— creí que ayudarías a los seres oscuros a encontrar su felicidad. ¿No es irónico?

—Con respeto su majestad— lo observo, Taehyung seguía tocando cada parte de aquella casa, su cabello y aspecto había cambiado. Ahora, poseía un cabello más fino y brillante de color plateado, largo y ondulado, con algunos brillos en oro, sus orejas puntiagudas sobresalían con aretes. Sus ojos delineados reflejando un hermoso color verdoso y una palidez escarchada—. Usted se aferró a esta mujer por el parecido que tiene a su otro amor perdido, sabrá usted que acaba de llevarse el destino de alguien más. Así sea su esencia, Cassidy estaba destinada a un humano.

—Tonterías que no me importan, es mía, mi mujer y reina y este es el fin.

El rey camino hasta la entrada notando como Arthur observaba hacia las habitaciones.

—Ella ya no está ahí, está en mi mundo y la caja se destruirá en el momento que entre yo. No debes preocuparte, tiéndele la mano a otro ser tan miserable como yo en la tienda de antigüedades.

—No me preocupo porque sé que de verdad la amas, ¿La eliminaras de todos los recuerdos?

Taehyung sonrió tocando tres veces la puerta blanca, escuchando una maldición del otro lado—, dejare a un pobre y estúpido humano anhelando su presencia... oh, hola pequeño bastardo.

El hermano menor de Cassidy brinco al ver aquellos dos hombres, uno de traje negro y otro con uniforme de soldado, ¿Halloween se adelantó? Pensó; estaba comiendo a escondidas mientras sus padres discutían en la sala hasta que tuvo que abrir por órdenes mayores.

— ¿Qué se siente ser hijo único ahora?— pregunto adentrándose a la casa.

— ¿De que esta hablando?— susurro retrocediendo, Taehyung tomo una de los cuadros para mostrarle después como su hermana mayor desaparecía— ¡¡ ¿Qué está haciendo?!

—Lo que tanto anhelaban los corazones de tus padres, debe ser un sentimiento terrible y un peso enorme no querer a alguien. Pero— le sonrió dejando el retrato— no te preocupes, dejare que ese peso se vaya.

—Oiga, no sé de qué demonios habla, pero aléjese y váyase... ¡No toque las cosas de mi hermana!

—Ah, ahora la quieres, que egoístas son. — Sus ojos se toparon con los padres del chico corriendo para ayudarlo, pues este sollozaba notando como las imágenes y algunas osas de su hermana comenzaban a desaparecer— si no pueden tenerlo quieren conseguirlo a la fuerza, y si lo tienen no quieren dejarlo ir.

— ¡Cariño, dime que sucede!— gritaba su madre observando con preocupación a su hijo, sus ojos iban de un lado a otro de la sala.

—Rey Cascanueces, su tiempo se agota y es mejor que termine — susurro Arthur observando la escena— debe volver a su mundo.

Taehyung chasqueo los dedos permitiendo que los adultos lo notaran, estos brincaron del susto y se aferraron a su hijo causándole gracia, ni si quiera habían notado que pasaba.

—Pensé que otorgarle la agonía y el anhelo al chico seria lo correcto, pero viéndolos a ambos y el carente interés que tienen por su hija mayor les haré el regalo a ustedes.

— ¡¿De que estas hablando demente?! ¡FUERA DE MI CASA!

Taehyung rio tocando la frente del joven durmiéndolo al instante, la madre grito causando pánico en el padre pero, al intentar arremeter cayo como saco de papas en el suelo. Aquella mujer comenzó a gritarlo causándole más gracia, apretó los puños sabiendo que no podría matarla, sus leyes lo prohibían y, ahora teniendo a Cassi consigo no sería buena idea.

—Mujer, te otorgare mi regalo, para que entiendas el valor y el amor que es tener un hijo. — chasqueando los dedos la mujer cayo dormida a un lado, Arthur camino despacio hasta la salida esperándole en el umbral de la puerta.

La nieve estaba cayendo un poco más y las calles se estaban inundando de ellas haciendo perder los colores, la tienda de antigüedades estaba a unos pasos y, en cuanto entraron todo se ilumino. La caja estaba sobre una mesa de madera brillante, abierta esperando al rey.

—Fue un gusto ayudarlo, majestad.

—Que buena forma de echarme del mundo humano, Arthur.

—Su tiempo aquí llego al fin, usted debe volver a su reino y reinar junto a la mujer que escogió.

—Los elegidos de la luz posiblemente te buscaran, debes tener cuidado. — Palmeo su hombro haciéndolo sonreír— cuídate, y gracias por protegerla.

—A usted majestad.

Con un guiño Taehyung desapareció, la caja se volvió polvo dejando la tienda en silencio.