Epilogo

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Taehyung se movía con maestría entre las piernas de su amada reina, disfrutaba la vista de su cuerpo desnudo y lleno de sudor sobre la pobre manta tendida en la nieve que ahora caía sobre ellos y contrastaba con lo caliente de ambos. Sus cabellos estaban esparcidos y la pobre manta de color rojo solo cubría un poco, los jadeos se escuchaban altos y seguro cualquiera cerca del laberinto los había pillado, ¿Pero que iban a hacer? Su rey estaba amando a su reina como cada día desde que habían llegado.

—Sigues oliendo exquisito, mi Lady— susurro besando su garganta, escuchando su dulce risa al causarle cosquillas.

—Deberíamos dejar de exhibirnos, ¿No crees, mi rey?

Taehyung sonrió y negó—, imposible teniéndote tan cerca, los elfos deseamos y somos buenos en el sexo, tengo que demostrarlo cada vez que te veo.

—Creo que ya más de uno de tus guardias nos han visto.

—Han visto de mí, jamás permitiría que una rata visualizara el cuerpo de mi mujer— beso sus labios para abrazarla—moriría en instantes.

—Eres un tirano.

Taehyung carcajeo sentándose para atraerla hasta sus piernas, tomo la manta y los cubrió a ambos. Sus dedos jugaron con su cabello, se notaba aun la diferencia, aún quedaban rastros de ese color castaño.

— ¿Sabes porque mi cabello es así?— pregunto, Taehyung la miro, sus ojos verdes mirando los café de ella, sus mejillas estaban rosadas a causa del frío— siento que soy un elfa diferente.

—Pronto será completamente plateado, no debes preocuparte— beso su mejilla escuchándola exhalar— ¿Las chicas que te sirven te han tratado bien?— asintió con una sonrisa— excelente, faltara poco para la celebración de nuestra boda, estarás aún más hermosa para ese entonces.

—Deja de decir cosas así, me sonrojo— se removió haciéndolo jadear.

— ¿Quieres buscar un heredero?— Cassi parpadeo, Taehyung le guiño un ojo para reír después cuando ella chillo— era una broma, quiero tenerte por unos años más, pero no te muevas así. ¿Puedo besar tu frente reina Cascanueces?

Cassi rodó los ojos, Taehyung hacia eso dese hace mucho pero, cuando lo hacía pedía permiso ya que después ella dormía plácidamente entre sus brazos. El beso fue cálido mientras la atraía hasta su cuerpo desnudo, los ojos del elfo brillaron buscando aun en su mente memorias de cuando era humana, porque él, había borrado a todos y cada uno de sus familiares. Las memorias habían desaparecido junto a su existencia, y gracias a algunos buenos elixires mágicos su humanidad desaparecía convirtiéndola en una elfa común, pero siendo la reina de Taehyung.

El bostezo lo hizo separarse y notar como ella dormía tranquilamente, sonrió acurrucándola más y creando una burbuja sobre ellos.

El rey Cascanueces había obtenido lo que tanto había esperado y anhelado después de siglos, era feliz y así seria eternamente.

Mientras, en el mundo humano una mujer estaba detrás de una puerta, se balanceaba de atrás hacia delante en las baldosas frías de color azul, sus cabellos estaban revueltos y las ojeras ya eran notorias resaltando lo opaco de sus ojos y los hilos rojizos. Rascaba sus brazos repitiendo siempre lo mismo preocupando no solo a su esposo, sino, a su hijo menor.

"¿Dónde está Cassidy?"

Nadie sabía de quien hablaba o, a quien llamaba. La pobre mujer se hundía en la desesperación. Todo y cada uno de sus familiares ya habían perdido las esperanzas, y eso que solo unas pocas semanas habían transcurrido.

—Creo que deberíamos internar a tu madre, no ha parado de buscar a esa persona y, ahora la reporto como desaparecida— su padre suspiro mirando al chico que jugaba con sus manos—. No quiero que nada malo le pase, necesita ayuda.

El joven solo asintió dejando que sus ojos se cristalizaran, no entendía que sucedía, su familia estaba agrietándose. Por parte de Sara, ella ahora poseía una tienda en línea, pues había vendido la tienda de antigüedades, estaba tranquila en casa buscando tal vez a alguien que la acompañe.

...

Arthur coloco dos cubos de azúcar en su té, la brisa golpeo un poco el mantel que cubría la pequeña mesa de hierro, la puerta se abría a causa de ella, debía repararla. Se sentó escuchando el suave jazz de su tienda y observo a las personas pasar a través de la vidriera. Sus lentes de pasta estaban a mitad de su nariz y se empañaron al sentir el humo del caliente té, sonrió para quitárselos y limpiarlos.

—Que mal, que mal— susurro, su vista no mejoraba si quitaba esas cosas. Colocándoselas de nuevo tomo una galleta de su plato para luego chasquear los dedos escuchando como el librero a su espalda se movía, sonrió al ver aquel libro enorme lleno de muchas criaturas, mitos, leyendas en hojas sueltas y amarillentas, con imágenes puntadas a mano y escritas con tinta se abría ante él— a ver, ¿Quién será el siguiente? 

 Colocándoselas de nuevo tomo una galleta de su plato para luego chasquear los dedos escuchando como el librero a su espalda se movía, sonrió al ver aquel libro enorme lleno de muchas criaturas, mitos, leyendas  en hojas sueltas y amarillentas, co...

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Llegamos al fin de esta mini- novela, gracias a todas esas personitas y bombones que la apoyaron, disculpen la tardanza. Les quiero mucho. ¡Ah y Feliz año!

Por cierto, tiene nueva portada, me gusta así ya que es muy fantasiosa. 

El Cascanueces©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora