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—Canadá no se enredaría con cualquiera solo porque sí!
—Yo no soy cualquiera y lo sabes!

USA y Rusia peleaban como siempre y todos estaban cansados... Hasta Canadá. Quien entró a esa oficina con prisa y sin esperar nada, agarró la camisa de Rusia y lo estampó contra la pared.
Nadie se movió de su lugar por la impresión.

—Can...?

Pero Rusia no pudo hablar más al sentir los labios de Canadá sobre los suyos y poco después esa lengua jugar en su boca

—Can!

USA quiso separarlos pero de repente el potente aroma de su hermano se empezó a notar

—Es mi celo —jadeó desesperado—. Y estoy furioso!

Sin evitarlo, uno a uno de los presentes cayó inconsciente por el ambiente tan pesado... Excepto USA y Rusia

—Canadá, qué...

Y lo golpeó. Porque el canadiense estaba frustrado pero aún así no estaba tan desesperado... No tanto. Quería un alfa que pudiera ser más fuerte que él y que lo dominara como fuere.
No lo tenía.

—Voy a matarte por hacerme esperar tanto tiempo
—Ey...
—Maldito, Rusia! No te soporto!

USA rió. No se esperaba eso. Dejó que su hermano se desahogara.

Culpa grupalWhere stories live. Discover now