—Déjame en paz!
Canadá estaba harto de que Rusia lo siguiese a todos lados.
—No voy a permitir que te acuestes con alguien más!
—Debiste haberle hecho caso a mi hermano —lo miró mal—. Él hizo todo para que el vínculo no se diera y tú lo ignoraste
—No tiene nada que ver
—En realidad sí... Pero eso no me incumbe. Solo déjame en paz
—Canadá!
—Tal vez debiste hacer la misma elección que tu padre —rio—. Elegir a alguien más tradicional como USA en lugar de a mí
—De qué...
—URSS también toleraba mis feromonas... Pero no quería a alguien como yo, problemático. Prefería una familia tradicional, una relación monógama y feliz. Se negó a marcarme y eligió a Ame... Y Amé lo eligió a él
Lo miró un momento. Percibía cierto rencor en esas palabras
—Odias a tu hermano?
—Por el contrario. Pero Odio mi destino. Hubiese sido más fácil si URSS me hubiese marcado solo por pena y me hubiese dejado ir lejos. Pero no. Tú y el son un par de idiotas que cree que los vínculos alfa y Omega son un regalo... Para mí no lo es
