𝖂𝖎𝖓𝖙𝖊𝖗𝖈𝖎𝖗𝖈𝖚𝖘

18

—hagamos que sufra mi amor; Es éso lo que yo deseo...

Su jungkook era fácil de endulzar con palabritas al oído, mucho más si estaba enojado, así que Jimin siendo ayudado por SeokJin se le acercó para arrodillarse lentamente a su lado, acercó su rostro al suyo para besar con dulzura sus mejillas, con la derecha acarició su mejilla pasando la yema de sus dedos por cada rincón que no había tocado de su rostro, su izquierda se posó sobre la que tenía en el bastón aplicando fuerza contra el cuerpo del maestro, el quejido que este soltó por el dolor lo hizo mirar de reojo.

—tengo un plan para finalmente mostrar al mundo la escoria que tienes a tus pies.

Jungkook quería tocar a Jimin para sentirlo pero tenía ambas manos ocupadas para evitar ser golpeado por el maestro, lo único que demostraba que estaría de acuerdo en todo era lo que mostraban sus ojos por escasos segundos, pero eran suficientes para darle una sonrisa a Jimin a pesar de estar tan golpeado.

—hagamos nuestro primer acto juntos...

Para jungkook, éso significaba todo.

Sería el comienzo de un nuevo mundo, uno en el que él...

Era el maestro de su propio juego.

—todos vayan a practicar algo nuevo, también rieguen volantes por el pueblo de Bélgica de que habrá una función especial para esta noche.

Jimin sonrió tras las palabras del pelinegro, se había decidido a continuar con ese plan a su lado. Jungkook miró a dónde estaba el pequeño grupo de amigos con una media sonrisa en sus rostros.

Hoseok, Taehyung, Yoongi, SeokJin y Namjoon.

Siempre tan juntos...

Eran una familia...

—!no pueden salir de mi circo¡

Jungkook presionó con más fuerza el filo del bastón en su cuello para amenazarlo a callarse, se le quitó de encima pero sin quitarle el filo que lo tenía obligado a estar quieto.

—tu cierra la maldita boca, te llevaré a un bonito lugar en el cuál todos te podrán ver.

—¿Que tal en el candelabro sobre el escenario principal?

Eso sorprendió un poco a Jimin.

Más que todo porque no sé lo esperó viniendo de Namjoon.

—que bien, te comenzó a brillar la cabeza moreno —contestó jungkook un tanto burlón, le hizo una seña visual a Jimin para que le quitará la corbata al maestro—

Jimin obedeció al entender la seña, se la quitó a la fuerza siendo reprendido por la mirada de rabia que poseía el padre de Jungkook.

—¡Todos se van a arrepentir malditos! —gritó bastante fuerte provocándole cierto desagrado a jungkook—

—¿Cómo porqué?... Ya a media noche estarás colgado

La mirada de terror del maestro era sublime a los ojos de jungkook, el pelinegro subió la mirada cuando escuchó cierto llamado de atención un tanto discreto, Hoseok lo estaba llamando.

—vamos a preparar todo jungkook, pero como repartimos los volantes si eso lo hacen fuera del circo, jamás salimos de aquí sin supervisión del diablo al que tienes del cuello. —se expresó sin molestias, finalmente sentía que podía hablar sin morir en el intento—

—Primero lo colgaremos en el candelabro, después de éso todos haremos lo que queramos. Pueden decidir si irse o quedarse

—¿para que irnos?