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Jungkook podía admirar desde esa viga en las alturas cada centímetro de su ahora circo, sus ahora títeres parecían más que encantados de bailar a su antojo. Eran su nueva obra, la obra de un nuevo diablo que no estaba dispuesto a matarlos por fechorías. Hacía calor, Jungkook lo sentía en sus venas, y esperaba que su padre también lo estuviera sintiendo.

jimin... Mi amor

El rubio, quién estaba a su lado solamente mirando en silencio, movió un poco su rostro, dándole a entender que tenía su total atención.

—ve allá abajo, aleja a todos mis chicos del centro, no quiero que sufran daños que después no pueda lamentar... No te quiero cerca del centro

Esa era la señal, el acto final ya estaba en marcha.

—si, mi señor...

Una vez Jimin salió de su rango visual, le devolvió la mirada a su padre, aquella llena de rabia, era misma que mostró cuando lo envío a este lugar solamente a sufrir, tuviera todo en la palma de sus manos de no ser por este miserable ser humano que merecía morir, es más, ni eso merecía, quería verlo arder en su sufrimiento

—quieres ver que trucos tengo en mi manga?

—arderas en el infierno, maldito engendro!

—oh~ padre querido...

Jungkook se acercó a su rostro de una manera sumamente escalofriante, su respiración calie te chocaba en su rostro, no estaba feliz.

—no seré yo quien arda en el infierno... ¿Estás preparado para brillar? De la misma manera en la que brillaste con tu amargura en mi vida?

C-caesaer, por favor hijo!

no me suplicabas cuando me enviaste aquí, a tí no te dolió el alma, a mí tampoco me dolerá verte partir.

Jungkook estaba arrodillado frente a su padre, había bajado el candelabro a una altura inferior a sus rodillas, ahora que se puso de pie, podía sentir claramente lo bien que se sentía el aire a su altura, retrocedió unos pasos para tomar un bidón que esperaba ansioso en la viga que sostenía la parte derecha del techo de la carpa, abrió la rosca para acercarse nuevamente a su pronto, difunto padre.

¿Quieres arder junto a mí, padre?

Hijo mío... Imagina tu mundo, Donde sólo tu seas el centro de atención, donde triunfes cada vez que quieras y puedas, sólo debes entregarte a ello...

No me lo imagino... Prefiero ser una estrella más que ilumina el mundo antes que ser un agujero negro que absorbe la vida de los demás...

Serías más que la estrella de un cielo, serías la estrella más admirada del circo y del país... Pero serías todo mío...

Ni con más razón, realmente esperó que este lugar se deshaga en llamas una vez el candelabro toque el suelo de mi estabilidad

—¡tu no necesitas a jimin para ser la verdadera estrella!

Jungkook mostró un pequeña sonrisa no usual de ver en su rostro, mostraba una extraña compasión hacia todo lo que lo rodeará, aún mostrando un lado blanco de su alma, tomó con ambas manos el bidón para rociarlo completo sobre el cuerpo de su padre, estaba en la mejor parte del candelabro, justo donde las velas no encenderían la gasolina, sacó de su bolsillo una caja de cerillas donde solamente había una que acabaría con todo, era el momento mas felíz de su vida, ver a su padre ahogarse antes de morir en sus manos.

Sería la última vez que cruzarían miradas...

Pero si él es mi estrella...

Con la fricción de la ropa encendió la cerilla, arrojando esta a su cuerpo. De inmediato al contacto con la gasolina, está se encendió.

𝖂𝖎𝖓𝖙𝖊𝖗𝖈𝖎𝖗𝖈𝖚𝖘Where stories live. Discover now