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-Sarah.

Escuche una voz que me llamaba a lo lejos.

- Sarah, despierta.

Automáticamente apreté mis párpados con fuerza y sentí la luz del sol en mis ojos.

- Sarah, despierta, alguien está preguntando por ti, -volví a escuchar.

Fue entonces cuando abrí los ojos para ver la figura de Maggie ante ellos, ella dejó de zarandearme, me pasé una mano por la cara y me senté en la cama.

- ¿Cómo dices? -le pregunté a Maggie mientras se sentaba a mi lado.

- Que alguien está preguntando por ti allá fuera y dice que no se va a ir hasta que no hable contigo, -me dijo medio preocupada.

- ¿Dónde está Jem? -le pregunté instintivamente.

- Oh, James ha ido... pues James ha ido a... comprar el pan con Manuel, -dijo ella dudando.

- A comprar el pan. James, -le repetí como si fuera un loro.

- Sí, vas a ir a ver qué quiere ese tío o no.

Espera, es un chico, podría ser Iván, no quiero verlo y menos como se puso la última vez que hablamos en persona.

- Vale, me preparo y salgo.

Hasta hace poco utilizo el baño de la habitación de James, sabía de su existencia, pero antes prefería no incomodarlo con mis cosas puestas en su baño, pero hace poco él me dijo que podía poner mis cosas allí.

Maggie salió de la habitación dejándome sola, miré hacia el lado de James y me puse en pie, me duché y me puse una ropa: una falda color granate que me llegaba hasta los gemelos y un top gris con los tirantes gruesos. Me acomodé el pelo dejándomelo suelto y salí del baño.

Revisé las notificaciones de mi teléfono y casi todo eran mensajes de mi hermana y de mi madre. Los de mi madre decían que querían conocer a mi novio y los de mi querida hermana Anny eran preguntándome por cómo iba la relación con James. Antes de apagar mi teléfono le envié un mensaje a James que decía: "Buenos días cielo, cuando vayas a venir de comprar el pan me avisas, hasta ahora".

Apagué el teléfono y salí a ver quién era ese misterioso chico que me buscaba con tanta impaciencia, cerrando a mis espaldas la puerta vi a un chico sentado en el sofá, él era rubio con ojos azules oscuros y con una apariencia robusta, no hizo falta nada más para saber quién era.

- Iván, -murmuré mientras él se levantaba de golpe al escucharlo.

Él se giró y Maggie, que estaba en la barra sentada, hizo lo mismo para ver qué pasaría.

- Sarah, mi amor ¿cómo estás? ¿Estás bien? -decía él mientras se acercaba a mí con una sonrisa preocupada y ponía sus manos en mis hombros.

Maggie no tardó más de dos segundos en darse cuenta de que estaba incómoda, así que su cara de interesada se volvió de preocupada.

- ¿Qué haces aquí, Iván? -le dije mientras apartaba sus manos pesadas de mis hombros y le ponía mala cara.

- Eso creo que lo debería preguntar yo, ¿no crees? ¿Qué haces viviendo con un tío que ni siquiera conoces? Deberías vivir conmigo que soy TU novio.

- Es que no te lo dejé claro aquel día en casa de Abbie o necesitas que te lo repita, -le dije mientras tragaba saliva y me alejaba un paso de él. -Tú y yo no somos nada desde que me engañaste con Abbie, con la que era mi mejor amiga, -seguí diciendo mientras Maggie cogía su teléfono y escribía a alguien por él.

Los Secretos Del Pasado. (COMPLETA✔️) (En revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora