‧₊˚ | Theodore Nott era conocido por una cosa en específico, su habilidad para buscar problemas, mientras tanto Blair Collins tenía el don de atraer problemas involuntariamente.
Blair solo tenia una cosa en claro, deseaba ser amada más que cualquier...
And isn't just so pretty to think, All along there was some invisible string
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Blair no sabía cómo seguir su día sin Lorenzo a su lado.
No entendía como todo se había tornado de esta manera.
Paso el resto del día con lagrimas en sus ojos, una presión en su pecho y su mente hecha un caos.
Sabía que en cualquier otro momento se hubiera desmoronado, pero no aquel día.
Theodore se aseguro de no dejar que pasará, cuando Blair sentía las lágrimas colarse en sus ojos Theodore era el primero en notarlo, la envolvía en sus brazos cálidamente hasta que podía volver a respirar tranquila.
Blair quería hundirse en sus brazos hasta que el resto del mundo desapareciera.
Hasta que su dolor desapareciera.
— ¿A dónde vamos? — La voz de Blair era apenas un susurro.
Después de terminar sus clases ambos salieron del castillo, sin algún rumbo, o era lo que pensaba Blair.
— Espera un poco, Collins — Dijo Theodore con tranquilidad.
Blair no dijo nada más y camino a su lado en silencio.
Cuando el frío empezaba a molestarla Theodore se detuvo en seco.
Blair observó frente a ella y su boca se abrió ligeramente.
Estaban en el lago negro, Blair jamás había visto aquella parte del lago, podia ver el castillo a lo lejos y árboles rodeando el lugar.
Pero sobre todo podia ver el lago brillar ante la luz de la luna.
Blair observó sorprendida los alrededores, grandes árboles se esparcian a lo largo de la tierra y las estrellas eran más brillantes que nunca.
El lugar irradiaba calma y calidez de una manera que Blair no había sentido antes.
Admiro todo el lugar en silencio bajo la atenta mira de Theodore, quien solo tenía una ligera sonrisa en su rostro al ver el rostro asombrado de la castaña.
— Este lugar es hermoso. — Dijo Blair mientras se sentaba sobre el césped aún admirando los alrededores.
— Sabía que te gustaría. — Respondió Theodore con una ligera sonrisa.
