‧₊˚ | Theodore Nott era conocido por una cosa en específico, su habilidad para buscar problemas, mientras tanto Blair Collins tenía el don de atraer problemas involuntariamente.
Blair solo tenia una cosa en claro, deseaba ser amada más que cualquier...
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Blair podía sentir las miradas de los demás alumnos mientras regresaban al castillo, por más que quisiera evitarlo se sentía pequeña y asustada.
Lo único en lo que podía pensar era si Theodore se arrepentiría o se sentiría avergonzado, ni siquiera sabía el porque la había besado frente a todos.
Theodore tenía una reputación en la escuela y para Blair no tenía lógica que la arruinara solo por ella.
Blair estaba totalmente perdida en sus pensamientos cuando sintió la mano de Theodore entrelazada con la suya.
Habían caminado así desde que salieron del campo pero hasta este momento no lo había pensado con claridad.
Theodore sostenía su mano con cierta fuerza, como si no quisiera que se alejara, pero aún así era delicado.
Su pulgar hacia círculos sobre la mano de Blair, de una manera reconfortante para ella y de alguna manera tranquilizadora para el.
Ambos caminaron en silencio aunque el castillo estaba lleno de ruido, entre celebración y felicidad el lugar era un completo caos.
Pero Blair solo podía sentir la presencia de Theodore a su lado, podía sentir su mirada sobre ella y claramente podía ver la sonrisa que recorría su rostro.
Todos en aquel pasillo pensaban que Theodore estaba tan feliz por haber ganado el partido, pero este solo podía pensar en la chica a su lado y en lo afortunado que se sentía.
Blair frunció el seño confundida al ver qué se dirigían a la sala común de Slytherin, aquel lugar no era de sus lugares favoritos, Theodore de inmediato lo noto.
— Necesito cambiarme, además deje algunas cosas en mi dormitorio. — El rostro de Blair de inmediato se relajo al sentir la mano de Theodore apretar ligeramente la suya, de manera reconfortante.
Cuando entraron la sala común estaba hecha un caos, Blair pudo notar que se preparaban para una fiesta, era lo que hacían después de ganar un partido.
Blair se desconcertó al sentir la mano de Theodore sobre su cintura, acercándola más a el.
La mirada de Theodore estaba clavada en algunos chicos de Slytherin que observaban a Blair con cierta burla mientras murmuraban entre ellos
Pero la sonrisa de aquellos chicos se desvaneció apenas notaron la mirada molesta de Theodore sobre ellos.
Cuando llegaron al dormitorio, Theodore entro primero, asegurándose que no hubiera nadie dentro.
Blair entro tímidamente mientras Theodore cerraba la puerta tras de ella, dejando sus cosas de Quidditch junto a su baúl.
La mirada de Blair recorrio la habitación, detallando cada parte, desde los carteles pegados sobre la pared hasta los libros junto a la cama de Theodore.
