LITTLE BRENDA.

CAPITULO 21

M A N U E L

HOY NOS DESPERTAMOS TEMPRANO PARA LLEVAR a Brenda al especialista hoy despertó con el pie izquierdo porque se despertó temprano, no la bañamos porque es muy temprano y no queremos que se resfríe, luego de arreglarnos en su pañalera puse unos pañales, toallitas húmedas, crema y una ropa de cambiar por si acaso.

—¿Lista?— le dije a la pequeña ya que estaba bajando las escaleras con su papi que la tenía en brazos.

—sueño.— rasco si ojo con frustración.

— en el auto puedes dormir más princesa.— dijo mi esposo besando su mejilla derecha que estaba medio húmeda por el llanto.

Luego la sentó en su sillita para comer el desayuno que era leche con cereal ya que no quería comer otra cosa y pues mi esposo y yo comimos avena con leche y fruta.

Luego de desayunar le limpie la boquita a Brenda y las manitas.

— popo.— dijo Brenda.

—¿Hiciste popó?— ella asintió con ternura.

La saqué de la sillita y puse el protector en el sillón para poner a Brenda ahí y luego quitarle los pantalones y el pañal, la limpié con toallas húmedas sus partes íntimas con cuidado, luego levanté sus piernas para poner el pañal, le eché crema y luego selle el pañal.

Luego de hacer todo ese procedimiento bajamos el garaje para montarnos en el coche donde pusimos a Brenda en su sillita de bebé.

Después arrancó el carro para llegar a la clínica privada donde atienden a Brenda.

Al llegar al lugar estacione el auto y bajamos de el esta vez fue mi esposo quien bajo a Brenda de la silla y entramos para esperar a que nos llamen.

—Brenda Lombardi.— dijo una doctora que salió de su sala a lo que nosotros nos paramos del asiento.

—aqui.— dijimos en voz alta para que supiera que estábamos allí.

La doctora nos hizo seña para que nos acercamos y cuando estuvimos en la puerta entramos a la sala.

— Hola, ¿Cómo están? ¿Que han hecho estos días?— pregunto amablemente mientras nos saludaba con un abrazo a cada uno.

— Hola, todo bien y ¿usted?— preguntamos mientras baranda se pasaba a mis brazos.

—Bien igualmente.— sonrió para sentarse.— tomen asiento.— nos señalo el asiento.—Bueno como en todas las secciones Brenda se quedará adentro y ustedes a fuera ¿Okey?— nosotros asentimos ya en el puesto.— también antes de la sesión quiero hablar de la última seción ya que no tuvimos tiempo de ello.— saco una libreta dónde había dibujos, el nombre de Brenda y tenía toda la seción allí.— Brenda pequeña ¿Quieres ir a jugar?— Brenda sonríe y asiente.

— si claro.— la dejé en el sitio de juegos en la misma sala y me fui a sentar al lado de mi esposo.

—bueno, en la última seción que fue hace unos días Brenda me contó lo de su padre que el era un alcohólico cosa que ustedes ya saben, bueno el tema de la prueba de orina y la prueba de su útero les llegará en la tarde...— suspiro.— miren Brenda a pasado por mucho en su niñez y lo mejor para ella es ser querida porque este espacio donde ustedes están es donde ella se siente segura y tiene la segunda oportunidad de vivir su niñez de otra manera, les recomiendo tener una crianza respetuosa en este casa como, no pegar, no gritar, esplicarle las cosas que están mal y bien porque ahora es una niña y por así decirlo no entiende y está aprendiendo a ser una niña de nuevo, a experimentar las cosa y está conociendo de nuevo sus sentimientos, puede que sea difícil para ustedes, pero les digo que ustedes no la están pasando más difícil que ella— nos explico con una sonrisa mientras leía las hojas.— bueno Brenda me a contado que se siente bien con ustedes en excepción del el día que estuvo mal por su madre, creo que lo mejor para ella es explicarle lo que pasó más claramente ya que su padre no tuvo por así decirlo “tiempo” para explicarle eso.— hizo comillas con sus dedos.

—papi mira.— vino corriendo Brenda con un color en sus manos y una hoja dibujada.

— es muy linda, pero recuerda no puedes interrumpir las charlas.— ella asiente.

— es para ti.— dijo extendiendo el dibujo a su papi.

—muchas gracias.— beso su mejilla y la sentó en su regazo.

Luego de la larga charla dejamos a Brenda con la doctora y salimos de la sala para que se sintiera segura.

A la hora Brenda salió corriendo con una sonrisa.

—mira lo que me dió la doctora Miel.— legó a nosotros con una paleta.

— recuerda no corras te caerás.— ella me ve con ternura.

— está bien papá.— sonrió.—¿Me lo puedo comer?— pregunto con un pucherito.

— Claro, pero no todo.— ya que el dulce era grande.

— gracias.— se lo abrí y se lo di.

—¿Le diste las gracias a la doctora?— la doctora nos vio con una sonrisa.

— no, muchas gracias doctora.— la doctora sonrió más.

— chao muchas gracias.— nos despedimos y fuimos a casa.

—Brenda pequeña ¿Quieres un Bibi?.— Brenda nego a la petición de su papi.

— tete.— jalo su camisa con ternura.

Mi esposo le dió su pecho y luego miramos una película infantil llamada Rey león.

Cuando ya está por terminar escuché un sollozo volteo a mi costado para ver quién era y pues era Brenda.

—¿Que paso princesa?— dije acercándome ya que tenía sus mejillas mojadas y las limpie con mis dedos pulgares.

—esta llorando porque muere Mufasa.— suelta una pequeña risita Daniel que tenía a Brenda en su pecho.

— hija es solo ficción.— dije sobando su espalda para que se tranquilizarla.

Brenda seguía llorando hasta que le explicamos que Mufasa y la película solo eran ficción.

Luego de ver la película, lleve a Brenda la baño para tomar una ducha.

Le quite la ropa y el pañal para meterla en la tina que tenía agua tibia.

—¿Quieres un juguete?—ella asiente agitando sus manos provocando que me moje y solté una risita.

—¿Que pasa? ¿Por qué se tardan tanto?— entro Daniel al ver todo empapado se cruza de brazos.

— fue ella.—

— fue papá.— nos señalamos al mismo tiempo y hablamos.

—Si, si como sea ahora no saldrán hasta que quede el baño limpio.— dijo saliendo con el seño fruncido.

Al terminar el baño de Brenda la saqué con su paño y la puse en el cambiador para bebé luego le puse su pañal por debajo de sus piernas y le eché crema y luego la cerré las alitas.