juani caruso

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Como yo le doy

Mi día comenzó temprano porque mi hermano, Matías Recalt, invitó a sus amigos a nuestra quinta de jueves a domingo. Ellos iban el jueves para estar cómodos por sus cosas personales, pero yo iba hoy, viernes, tuve problemas con la facultad que por suerte se solucionaron rápido, pero me limitaron a disfrutar un día más con ellos.

Estaba desayunando, eran las nueve de la mañana, había quedado en llegar entre las doce y la una, para comer y disfrutar el día entero. Tenía todo cargado en el auto, llevaba varias cosas que me pidieron y cosas mías.

Salí temprano, pero un amigo pidió verme antes de ir a la quinta, no le podía rechazar, le había cancelado una cita por ir con los amigos de mi hermano que sentía culpa. Por eso, salí tarde y encima a la peor hora, eso me retrasó una hora más, teniendo miles de llamadas de los chicos, eran casi las dos de la tarde y yo no había llegado.

-Brunella, ¿Estás bien? Te llamé miles de veces. -Atendí la llamada de mi hermano, escuché como les avisó a lo demás que contesté.

-Estoy bien, Mati. Hay mucho tráfico, estoy a diez minutos. -Contesté mientras doblaba en la rotonda cerca de la quinta.

-Te odio, metele turbo. -Cortó la llamada y hice lo que me pidió. En siete minutos estaba tocando timbre con todas las cosas en mis manos.

-Brune, por fin. -Me recibió Esteban Kukuriczka. -Dame que te ayudo. -Agarró las bolsas y entramos juntos.

Él desapareció en el patio y yo saludé al chico solitario en el sillón.

-¿Viendo twitter? -Pregunté enredando mis manos en sus rulos.

-¿Para qué preguntas si ya sabes? -Me preguntó Juani Caruso.

-Te levantaste con el calzón cruzado, esta bien. -Me separé y fui al patio a saludar a los demás.

Estaba Matías preparando la mesa con ayuda de Blas Polidori y Simón Hempe.

-Por fin, pendeja del orto. -Mi hermano se acercó a abrazarme. -Que bueno que no te pasó nada, me duele la panza del hambre. -Bromeó y yo reí.

Hacía mucho tiempo que no los veía, la última vez fue en una gala donde podían llevar familiares y ahí mejore mi relación con muchos. Entre ellos se vieron muchas más veces que estuve invitada, pero no quería molestar. Formaron una amistad por una película y que esté la hermana metida de Matías, no me gustaba la idea.

Saludé a los demás chicos, estaba Felipe Otaño preparando el asado, Enzo Vogrincic con Francisco Romero charlando en la pileta y creo que los demás chicos que conocía, no pudieron venir.

Terminé de saludar a todos y rápidamente llamaron a comer. Quedé sentada entre Felipe y Juani, teniendo a mi hermano en frente. Estábamos en pleno silencio que Enzo decidió romper.

-¿Por qué llegaste tarde? -Hizo una pausa para hablar y siguió comiendo.

-Fue así, me desperté ocho y media, a las nueve desayuné y salí de mi casa a las nueve y media. -Les explicaba mientras hacía pausas para comer. -Una amiga me pidió que le lleve unas cosas entonces fui de paso, pero me entretuve con ella y se hicieron las once, ahí me di cuenta que era tarde y vine para acá.

-Entonces mentiste, no había tráfico. -Me culpó Francisco.

-Había tráfico, por eso tarde una hora más. -Seguí explicando.

-Pero, para. -Interrumpió Matías. -Están todas tus amigas de vacaciones.

Lo interrumpió Simón. -Eso, como no respondías, revisamos todas las redes sociales de tus amigas para ver si estabas con alguna de ellas, pero todas subían fotos en distintos lugares.

One shots [La sociedad de la nieve]Where stories live. Discover now