One shots [La sociedad de la nieve]

agustin lain (ii)

Verdad o reto

Había llegado ese viernes, era temprano. Pasaríamos todo el día en Cañuelas en la casa de un amigo suyo, supe que no sería incómodo por lo que me contó en la semana, conocí su vida, sus intereses, sus amigos y todo de él, menos su miembro, decidimos vernos sin ropa en el momento preciso.

Estaba esperando que me venga a buscar, llevaba puesto un top blanco y un short azul, combinando con mi malla también azul, haciendo referencia a la lencería. Al recibir su mensaje "afuera" salí con mi mochila donde llevaba la toalla, crema de peinar y demás cosas.

-Hola, mi amor. -Saludó él cuando entré al auto.

-Hola, sos más lindo en persona, ¿te lo dijeron? -Le pregunté mientras me acomodaba en mi asiento y me ponía el cinturón.

-Solo me importa si vos me lo decís. -Sonrío. -Pone música, tenemos una hora de viaje. -Le hice caso y empezó a sonar Myke Towers.

-¿Te gusta? sino la saco. -Pregunté.

-Quedate tranquila, me encanta.

Llevábamos media hora de viaje, estábamos en plena ruta conociéndonos mejor, me contó de sus amigos, así no tenía malas experiencias al momento de conocerlos.

-Y bueno, a Juani no le molesta nada, solo intenta no bardear twitter. -Rió y puso su mano en mi pierna.

-Quédate tranquilo que no lo voy hacer. -Agarré su mano y la acerqué más a mi intimidad.

-Estás jugando con fuego. -Empezó hacer caricias encima de la tela de mi short.

-Ya me estoy quemando, ¿me vas apagar? -Jadeé debido a su tacto.

-Dios, Isabella. -Se acercó a la banquina y paró el auto. -Veni. -Corrió el asiento del auto hacia atrás y me subí encima de él, puso sus manos en mis caderas apretando.

-Me vas a tener que contar cómo lo hice en tu imaginación, así lo hago mejor. -Me acerqué a besarlo mientras empecé a frotarme en su bulto vestido. Obtuve varios jadeos por parte de él y bajé mis besos por su cuello, dejando marcas.

-Si me dejas marcas, le voy a tener que explicar a mis amigos. -Suspiró.

-Ya les vas a tener que explicar porque llegas tarde, es lo mismo. -Pase mis manos por dentro de su remera acariciando su torso. Después de dejar varias caricias baje hasta el borde de su malla y lo mire buscando aprobación.

-Los condones los tengo en el baúl, chúpalo por ahora. -Obedecí y deje su miembro erecto al descubierto, le pase la lengua de base a punta y empecé a ir de arriba abajo con mi mano, recibiendo entre jadeos y suspiros. Cuando estuvo bien lubricado lo metí a mi boca, esta vez recibiendo gemidos, agarró mi pelo con su mano y me hizo llevármelo al fondo, así varias chupadas hasta sentir su líquido en mi boca. -Te lo tragaste todo, putita. -Se acercó a besarme mezclando sus fluidos con nuestra saliva.

-Tiene rico sabor, eh. -Sonreí lamiéndome los labios y Agustín me acomodó encima de él. Corrió mi short junto a mi malla y sus dedos empezaron acariciar mi intimidad, sacando suspiros de mi. -Metelos, dale.

-Pedimelo bien, linda. -Siguió acariciando sobre estimulando más.

-Agustin, mi amor, me metes tus dedos por favor. -Gemí ante su tacto.

-Ahí esta bien. -Metió los dedos en mi interior ya húmedo. -Los estabas esperando, eh.

-Los espero desde el lunes. -Gemí por la rapidez con la que iban sus dedos.

-Imagínate cuando esté yo adentro tuyo. -Siguió metiendo sus dedos y puso otro dedo apretando mi clitoris.

-Dios, espero que sea hoy. -Gemí, necesitaba más, pero justo en este momento no podíamos.

-Va a ser hoy, quédate tranquila. -Agilizó el movimiento de sus dedos dentro de mi. -Te estás apretando, eh. -Jadeó y sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo.

-Agustín. -Gemí al llegar al orgasmo, llenando sus dedos de mis fluidos.

-Mierda, déjame que te limpio.

Cambiamos de posiciones, me dio vuelta recostándome en el asiento y él como pudo se sentó entre mis piernas, metiendo su cara entre ellas. Corrió lo que más pudo mi malla y mi short y pasó su lengua por todos mis plegues, succionando y chupando. Lo agarré del pelo hundiéndolo en mi intimidad. Llegué rápidamente al segundo orgasmo, el succionó todo y me acomodó la ropa.

-Ya podemos seguir. -Volvió hablar y besó mis labios.

Volví a mi asiento, acomodándonos ambos y seguimos el camino.

-Ya espero llegar a la noche.

-Yo también. -Hizo una pausa y pareció recordar algo. -Y, lo hiciste mejor de lo que imaginé.