Xavier IV

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Aquel día era el mejor que Xavier podía recordar en mucho tiempo.

Había pasado el día junto a Merlina sin ganarse una mirada fastidiada o una amenaza a muerte. No habia visto a Galpin más que para presenciar su humillación pública y desprecio de parte de la chica. Y hasta su antiguo amigo, Rowan, había vuelto a la vida. No es que fueran lo echara tanto de menos, pero aportaba su grano en la causa.

Cuando llegó a su habitación aquella noche, Galpin estaba acostado. Estaba completamente cubierto con su cobija, dándole la espalda y su respiración era extraña. De repente un sollozo rompió el tensó silencio de la habitación y la sonrisa de Xavier se extendió por toda su cara. 

¡El muy patético hyde estaba llorando!

— Mal día, ¿eh? — fue todo lo que le dijo antes de encerrarse en el baño y poner en altavoz su canción favorita.

A la mañana siguiente, Tyler ya se había marchado cuando Xavier se levantó. Salió a correr y siguió su rutina habitual, pero mientras ingresaba al comedor para tomar su desayuno, su teléfono sonó y en la pantalla apareció el numero de su padre.

— ¿Papá? — su padre por lo general se limitaba a enviarle un mensaje de texto de tanto en tanto, nunca lo llamaba.

— Xavier, ¿Qué tal va todo?

— Bien, supongo. — los pasos de Xavier se detuvieron en mitad del pasillo — ¿sucede algo?

— Hable con Homero y Morticia, me dijeron que Merlina ya entró en Nunca Más.

— Ehh, si.

— Bien, solo quiero recordarte que no hagas nada para avergonzarnos ni que moleste a Merlina, ya sabes como es ella.

— ¿Desde cuando te importan mis amigos?

— Desde que sus padres son tus benefactores —puntualizó molesto — una sola queja de esa niña mimada y...

— ¡Hey! ni siquiera la conoces. Gracias por tus consejos, pero no los necesito.

— Cuida tu tono, muchacho.

Xavier rodó sus ojos.

— Tengo que entrar a clase—mintió antes de colgar.

 Qué demonios le pasaba a su padre. Nunca lo llamaba y ahora lo hacía solo para regañarlo. Ni siquiera recordaba la ultima vez que su padre lo había regañado, por lo general solamente pasaba de él, la única utilidad de Xavier era presentar la imagen de familia ideal, seguir la narrativa que el equipo de relaciones publicas dispusiera y luego desaparecer. 

Tomó su bandeja de desayuno y rápidamente divisó a Ajax, Kent y Divina, sentados al centro de la cafetería. Se dejó caer junto a su mejor amigo y tres pares de ojos se posaron sobre él de inmediato.

— Parece que hoy será un día extraño — les dijo.

— Evidentemente — respondió Divina, mirándolo como si de alguna manera la hubiera ofendido.

— ¿También les están pasando cosas raras?

— Si —Bianca habló detrás de él — por ejemplo, un perdedor esta en mi sitio.

Kent soltó una sonrisa y Xavier pensó que estaba bromeando.

— Queda un asiento libre, ¿no? — Apuntó al sintió vació.

— Muy gracioso, Thorpe. Creo que Rowan podría apreciar más tu sentido del humor. — Bianca señaló a la mesa donde el chico lo miraba atónito.

Xavier miró a cada uno de sus amigos, buscando alguna señal de apoyo o de que todo era una pesada broma de Bianca. Ya estaban en buenos términos, no podía seguir en su papel de ex-novia resentida.

Ajax acomodó su gorra, casi apenado.

— Dude, será mejor que te vayas antes de que venga Tyler. — le dijo — a ninguno de los dos les conviene volver a detención.

Y como si invocaran al demonio. Galpin apareció en la entrada de la cafetería, la evidencia de la noche anterior aun se veían en ojos inflamados y su nariz enrojecida.

—¿Qué le paso? —dijo Divina con preocupación. Bianca tambien junto sus cejas, aunque no dijo nada al respecto.

No fueron las únicas, los murmullos comenzaron a extenderse con cada segundo que él pasaba parado estúpidamente debajo de la entrada.

—¡Tyler, aquí! — Kent alzó una mano para llamar su atención y el chico avanzó con pasos dudosos hacia ellos.

— Ya muévete, Thorpe. —dijo Bianca — Esto dejo de ser divertido.

Xavier se levantó. Tyler y él se observaron en un mudo reto, pero con sus los ojos enrojecidos, la mirada de psicótico de Galpin no era muy efectiva.

— ¿Qué te pasó? —Divina jaló a Tyler de su saco, obligándolo a sentarse junto a ella. — ¿Dónde te metiste ayer?

— Fui a casa — dijo en un murmullo. Xavier vio como la expresión de todos cambio, como si aquellas palabras eran todo lo que necesitaran para poder entender el estado emocional del chico.

— Te importaría dejarnos — Ajax se dirigió a él con un tono duro que jamás lo habia escuchado.

Xavier se retiró lentamente, mirando sobre su hombro cada dos pasos, esperando el momento en que lo llamaran y le dijeran que todo aquello era una broma. Pero, aquellos chicos parecían estar concentrados en cualquier cosa que el perdedor de Galpin estuviera diciendo.

Entre más se alejaba de la mesa principal, más podía escuchar las pequeñas risas y burlas de los otros alumnos. Sintió como sus orejas se pusieron rojas. Miró a Rowan haciéndole señas desde su mesa y Xavier abandonó la cafetería con pasos agigantados. 

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Comentarios y sugerencias, siempre son bienvenidos. Realmente son de gran ayuda.

Para quienes no sigan mi perfil, quiero anunciarles que comencé una nuevo fic llamado: ¿Qué pasaría si...? 

Es un weyler corto (5 capítulos) que se actualizara todos los viernes, para celebrar los 1000 views en Los Oscuristas y El Psíquico.

¡Muchas gracias a todos por su apoyo y seguir leyendo!

Cuidado con lo que deseas #WylerWhere stories live. Discover now