Tyler V

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Mientras Tyler hablaba con Bianca, Divina, Ajax y Kent; intentó sacar información de lo que era aquella nueva y extraña realidad.

Pudo notar que los chicos estaban muy al tanto de sus problemas familiares y sus apoyo sincero le logró sacar una pequeña sonrisa. Por lo menos no estaba solo, aunque no estaba con las personas que él deseaba estar.

La charla paso rápidamente a la chica nueva, Merlina Addams, y todos los rumores con los que había llegado. Cuando escuchó las exageradas historias no le extrañó que la mayoría de los alumnos creían que era espeluznante.

Él sabia más, mucho más.

Cuando Merlina entró junto a Enid, sus ojos quedaron pegados en ella. Cada paso, cada minúsculo gesto, Tyler lo registró en su mente. Lo analizó y lo comparó con la chica que él conocía. Con su Merlina.

No debería ser tan difícil volver a llegar a ella, ¿verdad?

— ¿Sigues aquí? — Bianca le preguntó. Su sonrisa habia desaparecido cuando siguió la mirada de Tyler. — ¿La chica gótica, en serio?

— ¿Qué? Parece interesante.

Las sirenas rodaron los ojos y Ajax no pudo evitar reír.

— No creo que puedas jugar con Addams, terminaras en un sacó, ocultó en lo más profundo del bosque y ni siquiera tu padre te encontrara— dijo la gorgona.

— Lo dudo, creo que soy justamente su tipo.

Pero antes de poder conocer a aquella nueva Merlina, tenia que saber quién era él en esa nueva realidad.

Y conocía la persona perfecta para eso.

Tyler fue de los primeros en llegar al invernadero, se sentó en una de las esquinas y comenzó a revisar el blog de Enid. La entrada más reciente era sobre Merlina y todo lo que había escuchado en el comedor, al parecer la confiabilidad no era uno de los pilares fundamentales de la chica loba. Siguió bajando y se sorprendió al ver una foto de él y sus padres en lo que parecía ser una gala con personas del gobierno, el hematoma decoraba su pómulo mientras se notaba lo mucho que intentaba ocultarlo en la pose.

"Los Galpin vuelven a brillar con un nueva placa de agradecimiento por la astucia y valor del mayor investigador de todos los tiempos, es una lastima que nuestro querido Ty no decidiera hacer lo mismo y regalarnos una de sus radiantes sonrisa. En su lugar nos tenemos que conformar con el regalo que Thorpe dejó en su rostro.

Les aseguró que él no quedo mejor, pero no son imágenes que desee compartir.

¿El mayor investigador? 

No podían estar hablando de su papá, ¿verdad?

Quiso ver más, pero él aula comenzaba a llenarse y lo menos que deseaba era ser captado revisando su propia vida. Ya se podía imaginar lo que Enid diría. Y hablando de ella...

Enid pasó a su lado y Tyler se apresuró a llamarla. Merlina caminaba junto a ella y se detuvo, lo miró solo por una fracción de segundo antes de girarse y tomar un lugar al frente.

Por supuesto, junto a Xavier.

— Necesito que me hagas un favor — le rogó — pero no quiero que nadie se entere.

— ¿Me meterás en problemas? — contestó, alzando una ceja.

— No — aseguró rápidamente — ¿Nos podemos ver por las canoas al almuerzo?

Enid juntó sus cejas por un segundo, antes de que su sonrisa comenzara a expandirse.

— Tendrás que recompensarlo.

Enid se volteó para ver a Ajax que hablaba con la maestra, al frente de la clase. Cuando Tyler siguió su mirada, casi sonríe divertido sino fuera porque el chico se movió y vio directamente a Laurel Gates frente a él.

Sintió como si una bola de hierro cayera en su estómago y lo arrastrara hasta él suelo. La sangre se escapó de su rostro e inconscientemente se encogió, deseando que ella no lo mirara.

Sin embargo, la maestra de botánica clavó sus ojos en él y sonrió antes de acomodar sus lentes en un gesto que él tenia grabado en la memoria.

— ¿Qué sucede?

Enid se giró, sin comprender que pasaba entre él y Gates.

— Nada— respondió rápidamente Tyler, intentando llamar nuevamente su atención. — Tenemos un trato.

Enid se giró con una pirueta y caminó casi saltando hacia su asiento.

— Atención — alzó la voz Laurel, apagando el alboroto de los estudiantes. — Les recuerdo que deben trabajar en sus proyectos, he visto pocos avances de alguno de ustedes y necesito que vengan a mi oficina después de clases. No me hagan decir sus nombres.

Su mirada se clavó en Tyler y la clase soltó una suave risa.

Tyler tragó en secó antes de asentir.

No podía estar pasando eso de nuevo. ¡Laurel estaba muerta!

Podía aceptar que Merlina no lo conociera, volver a ganarse su confianza, que su madre estuviera enojada con él (al menos estaba viva), pero no estaba dispuesto a tener que volver a ser el juguete de Laurel. ¡Demonios! Ni siquiera sabia si ella seguía teniendo algún control sobre su hyde.

Aunque la mujer paseaba de un lado a otro dando su clase y dejando que Merlina y Bianca entraran en una especie de competencia, Tyler apenas escuchaba. Sus ojos no se separaban de la maestra, su respiración era superficial y una capa de sudor se formada debajo de sus rizos.

— ¿Estás bien? — preguntó Ajax a su lado.

Tyler volteó hacia él sin entender lo que decía.

— ¿Estás enfermo?

Bajó su vista a sus manos y miró como estas temblaban.

— Creo que si — murmuro Tyler.

— Señorita Thornhill —dijo Ajax, levantándose de su asiento — Tyler no se siente bien, puedo acompañarlo a la enfermería.

— Creo que él señor Galpin conoce muy bien el camino. ¿No es así?

Tyler asintió y se agachó para tomar rápidamente su mochila, antes de salir casi corriendo del lugar.

Llegó al baño más cercano justo a tiempo para expulsar todo el contenido de su estómago. Las arcadas rebotaban en las paredes de una forma grotesca y Tyler se dejó caer al suelo, completamente sudado y tembloroso.

¿Es que esa pesadilla nunca acabaría?

Cuidado con lo que deseas #WylerWhere stories live. Discover now