IKAG

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La música empezó a sonar por toda la habitación, Elizabeth se removió en su cama pero sintió un peso a su lado. Confundida, abrió sus ojos y, aún adormilada, miró hacia aquel lado, sin poder evitar sonreír al ver el cuerpo de la menorquina tumbada a su lado.

Volvió a tumbarse en la cama, boca arriba, y de nuevo, sonrió. Como si todo lo que pasó anoche con Chiara fuese suficiente como para hacerla olvidar que la habían nominado, suficiente como para olvidar la mierda de gala que había hecho. 

Good morning, Liz.

Elizabeth sonrió al escuchar la voz de Chiara a su lado, y se giró para mirarle. La pelinegra la miraba con una sonrisa, aunque aún tenía cara de dormida. La rubia sonrió y Chiara se pegó a ella abrazándola y dejando un beso en su mejilla.

— Bonjour, belle (buenos días, guapa) — La pelinegra alzó su rostro y miró a Elizabeth con una sonrisa, mientras la gente en la habitación empezaba a salir.

— Me encanta cuando hablas en francés.— Confesó Chiara, mirando sin ningún tipo de vergüenza los labios de Elizabeth, la cual se sonrojó levemente.

— Liz, ¿vienes a desayunar? — Preguntó Ruslana desde la entrada de la habitación.

— Si, ahora voy.— Ruslana salió de la habitación y Elizabeth dejó un pequeño beso en la mejilla de Chiara.— ¿Nos vemos más tarde?— La pelinegra asintió, asegurándose que no quedaba nadie en la habitación para poder juntar sus labios con los de Elizabeth.

— Voy a echar de menos eso durante todo el día.— La rubia rió suavemente, saliendo de la cama.

— Si lo echas de menos, recuerda que una ducha de agua fría siempre ayuda.— Se burló la rubia, guiñándole un ojo a Chiara antes de salir de la habitación

La pelinegra aún tardó unos minutos más en salir de allí, tenía que procesar tantas cosas, habían pasado de no hablarse a besarse el mismo día, había pasado de rezar por que no la mirase a rezar por que la mirase de continuo. 

No sabía que le estaba pasando, sabía que ella no era de las personas más abiertas y que en cierto punto eso podría llegar a afectarlas, pero prefería vivir el momento, ya se preocuparía por el futuro más adelante. 

Por otro lado, la rubia llegó a la mesa del desayuno y se sentó en la que era conocida como "la mesa 1", al lado de Naiara y de Ruslana. Empezaron a desayunar mientras hablaban de la gala de ayer, tema que incomodaba bastante a la rubia.

— ¿Con quién y qué os gustaría cantar en la gala 3?— Cambió de tema Ruslana, pues había notado la incomodidad de su mejor amiga.

Elizabeth le sonrió como agradecimiento y después iba a contestar a la pregunta, pero Chiara llegó al comedor, llevándose la atención de la rubia por completo, la cual dejó de escuchar a los demás y centró su atención en la pelinegra. Esta, al notar que cierta francesa la miraba no pudo evitar sonreír, guiñándole un ojo disimuladamente mientas iba a sentarse a la conocida "mesa 2".

— Liz, ¿estás bien? — Preguntó Naiara poniendo una de sus manos sobre el hombro de la rubia, la cual salió de su trance y asintió repetidas veces.

— Si, si, estoy super bien.— Respondió sonriente, volviendo a centrar su vista en su desayuno.

Naiara y Ruslana compartieron una mirada, no entendían de donde había salido un comportamiento tan feliz y agradable por parte de Elizabeth a la mañana, ya que la rubia no era una persona mañanera, siendo sinceros.

...

Estaban a pocos minutos del reparto de temas de la gala 3, y Elizabeth estaba en un box, sola. Quería estar sola. Después del repaso de gala había tenido un bajón muy fuerte, sabía que le había salido mal la canción pero no pensó que tanto.

El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora