KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?

V1.14. LOS TONTOS MÁS TONTOS DE TONTOLANDIA.

Capítulo 14: LOS DEFECTOS MÁS DEFECTUOSOS DE DEFECTUALANDIA

No sé en qué momento pasó un mes en esta tan extraña como interesante preparatoria, pero indudablemente lo hizo. En estos momentos me pregunto muchas cosas; la principal de ellas es si preferiría haberme quedado en México o si estoy contento con este cambio de vida. Sin duda, sería feliz fumando un porro en libertad, pero en cambio estoy aquí, luchando por mi futuro.

Hoy era el cuarto viernes desde que comenzamos a estudiar en esta preparatoria y, en cierto sentido, las cosas han ido demasiado calmadas para una preparatoria que se supone nos está poniendo constantemente a prueba. Aunque supongo que todo eso cambiará el lunes siguiente.

Fue el segundo día de clases cuando descubrimos la verdad inquietante detrás de tanta indulgencia por parte de la escuela financiada por el gobierno nipón. Fue gracias a unas cuantas amenazas pequeñas que le hicimos a algunos estudiantes de segundo año que estaban extorsionando a chicos de primer, que pudimos conocer acerca del Sistema-S, la jerarquía y lucha de clases, y los exámenes especiales que se desarrollarán en el futuro.

Como buenos y bondadosos compañeros que somos, intentamos convencer a nuestros compañeros para que mejoraran su actitud con respecto a sus faltas de respeto durante las lecciones y nuestros puntos no se vieran tan afectados como lo serían si continúan con su impertinencia. Sin embargo, esa bola de idiotas y pervertidos asquerosos nos interrumpió a la mitad de nuestro discurso, como si lo que estuviéramos diciendo no fueran más que tonterías.

A partir de ese momento, Chiaki, la primera amiga que hice en esta escuela quien tiene habilidades académicas y físicas muy por encima del promedio, así como una mentalidad muy similar a la mía; Tsubasa, la primera persona agradable que conocí en este país y quien es una persona tan intrigante como hábil para todo; y yo, hicimos un pequeño plan para asegurar nuestra estadía en la Clase-A al final de estos tres años de vida escolar.

El plan es tan sencillo de entender como difícil de llevar a cabo por todo lo que implica y el estrés que puede conllevar si se hace todo solo.

Mantener a las cuatro clases involucradas en la pelea por la cima mientras ayudamos a cada una de ellas a crecer para forjar buenas relaciones con sus estudiantes y tener así varias opciones para elegir en la última recta de la carrera.

En este momento te preguntarás, ¿Cómo se transfieren tres personas de clase? Y una vez más, la respuesta es fácil de entender y complicado de ejecutar. Se deben pagar 20 millones de puntos privados, -una completa locura si se me permite opinar- para que una sola persona pueda trasladarse a la clase de su interés. Ahora bien, matemáticas básicas, -espero que tu cabeza no tan desarrollada lo entienda-, para que tres estudiantes se transfieran, es necesario contar con 60 millones de puntos privados.

El panorama luce complicado y muchas personas podrían abandonarlo inmediatamente pensando que es imposible de conseguir, pero teniendo a tres personas tan capaces como nosotros luchando por ese objetivo, estoy seguro de que podemos lograrlo. Además, siempre está la posibilidad de mejorar a este grupo de inadaptados que se hacen llamar mis compañeros de clase y liderarlos hasta convertirnos en la Clase-A; en ese caso no tendríamos que preocuparnos por reunir 60 millones de puntos.

¿Y como va nuestro pequeña caja de ahorro? Bueno, recapitulemos desde el primer día.

La escuela nos asignó un abono inicial de 100,000 puntos privados, de los cuales gastamos unos 16,000 puntos en cosas básicas para nuestro suministro trimestral. Pero, luego de eso, nos encontramos con unos senpais que, amablemente y cero violencia, nos entregaron la muy humilde cantidad de 750,000 puntos privados, que, al dividirlos entre dos, dio 375,000.