❝𝐆𝐎𝐎𝐃 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀❞ ¦ 𝐒𝐚𝐇𝐲𝐨.

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⩩ ¿Sana?

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Maraton: 3/5

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Sana en algún momento tenía que afrontar a sus padres.

Sabía que tenía su apoyo, pero le seguía dando temor pensar que no vieran con buenos ojos su relación con Jihyo.

Adoraba ver a sus padres cada que su agenda se lo permitía, pero extrañaba a Jihyo, le hubiera gustado llevarla con ella, pero ambas lo veían precipitado, entonces Sana tuvo que ser una niña grande y viajar sola hasta la casa de sus padres.

Era un trayecto de dos horas donde comería y tomaría soda en cada alto, y oiría a Rod Stewart, sería un buen viaje, que pudo haber sido mejor si tuviera a cierta omega a su lado.

Fue recibida en la puerta por su madre , la omega mayor no dejó de abrazarla hasta que su padre salió a defenderla, creyo que su mayor la quería asfixiar a propósito.

- Mi cachorra, que guapa te ves. - halago su madre al borde de las lágrimas mientras acariciaba con ternura el cabello que alguna vez fue castaño.

Sana sintió que se le rompió el corazón un poquito, - Oh, no llores, por favor. - pidió abrazando nuevamente a su madre.

De repente se volvia esa cachorrita de cinco años que no podía vivir lejos de su madre o lloraría hasta que ese aroma maternal volviera a estar cerca de ella.

Nunca dejaría de ser una niña que se volvía masilla en los brazos de su madre.

El alfa mayor vio la escena con tranquilidad, siempre le fascinó la relación cercana que tenían madre e hija, y el estaba feliz de ver a sus chicas así de sentimentales, como si últimamente no hablaran con más frecuencia.

Sana se limpio las lágrimas y se alejo del calor que le daba su madre, ahora para saludar a su padre.

- Pensé que traerías a Jihyo. - se burló su padre, sabiendo que su cachorra había pospuesto varios fines de semana para pasarlos a lado de Jihyo en lugar de con ellos.

Sana se sonrojo y negó, - Tenía pendientes con su cachorra.

Y era verdad, la omega asistiría a los entrenamientos de su cachorra, quería pasar todo el tiempo posible con Ryujin para que la menor se quitara la idea de que la abandonaría.

la risa de su padre le hizo saber que su madre le había dicho sobre el incidente con su entrepierna.

- Ryujin es una cachorra muy linda si sabes como ganartela. - le comento su padre mientras la hacía entrar a la casa. - Ella no es mala niña, solo quiere proteger a su madre.

Sana tenía claro eso, porque alguna vez se vio en esa situación.

- Lo sé, pero parece que me odia de verdad.

Su padre negó y con una sonrisa suave siguió, - Ryujin no tolera mucho a los alfas, por lo poco que me contó Jihyo, la niña está acostumbrada a estar rodeada de omegas, es como si estuvieras entrando a su territorio. - el mayor tenía razón, aunque la menor todavía no revelará su casta, podía estar segura que sería un alfa.

- Bien, espero algún día me acepte y pueda seguir saliendo con Jihyo, de verdad me gusta.- murmuró avergonzada, porque para su padre era sorprendente oírla hablar así de alguien.

- Es una niña muy agradable claro que te aceptará cuando vea que eres alguien en quien puede confiar para proteger a su madre.

La alfa asintió, comenzando a maquinar que haría para ser del agrado de Ryujin.