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| CAPÍTULO CINCO. |

Sonrió felizmente mientras sostenía entre sus manos una caja llena de bombilla, su mirada verdosa se mantenía atenta a los movimientos de Nikola, quién quitaba las bombillas rotas o fundidas y las reemplazaba por unas nuevas. Ambos se sumergieron en un silencio un tanto incómodo, solo ellos en ese lugar, pues los demás científicos e investigadores habían salido para traer la comida.

¿Puedo preguntar qué es esto? —Pregunto llena de curiosidad la pelirroja mientras miraba la expresión de Nikola.

Se encontraba demasiado concentrado en cambiar las bombillas, dándoles vuelta hacia la izquierda para retirarla, dejándola en la caja apoyada en el banco de madera a su lado. Volteándose hacia la valquiria para tomar una bombilla nueva y ponerla en el lugar dando vueltas hacia la derecha para instalarla correctamente.

Solo quiero probar una hipótesis... Amm y te necesito a ti... Y-y tus habilidades, c-claro si me lo permites... —Respondió manteniendo su mirada café en su trabajo de quitar y colocar las bombillas, sintiendo su corazón latir con rapidez.

Apretó los labios, incómodo, ante el silencio tenso que se había formado, además de la mirada atenta de la mujer junto a él. Su mente parecía sumergirse en arrepentimiento al haber tartamudeando. Agradecía que sus compañeros se encontrarán fuera, sino, hubiera sido la burla de ellos.

Tenía días de convivir amenamente con aquella hermosa y sencilla valquiria que había robado secretamente su corazón. Aunque, ella aún no lo sabía, nadie lo sabía. Y Tesla no estaba seguro de querer aceptarlo, de igual forma sabía que muy pronto participaría en el Ragnarok, con la probabilidad de colaborar con una valquiria diferente o incluso, morir. Suspiro apartando los pensamientos negativos que se apoderaba de su mente.
Le alegraría la idea de saber que en un futuro, si es que Dahlia no resultaba participar antes que él, ambos colaborarán en una ronda del Ragnarok. Uniendo sus corazones con el Völundr.

Sintió sus mejillas arder al mismo tiempo que su corazón latía con rapidez. Todo le indicaba las pocas probabilidades que tenían de quedar juntos, unidos por el Völundr, sus corazones juntos para una eternidad poco favorable incluso para él.

¿Le pasa algo, señor Tesla? —Pregunto un tanto preocupada la valquiria a su lado, acercándose un poco al castaño.

Quién retrocedió un poco buscando espacio, no resistiría un semblante serio si aquella hermosa mujer se acercaba tanto a él.

S-si... Estoy bien, supongo... Yo... Mmm... —Sintiéndose acorralado, se alejó.

Dando por terminado su trabajo comenzó a juntar unos cuantos libros esperando encontrar algo de consuelo en ellos y liberar su mente de los desastrosos pensamientos que envolvían su cerebro con solo la imagen de aquella hermosa valquiria. Amor. Comenzaba a odiarlo, su mente no podía pensar con claridad, sus ideas estaban revueltas y su visión llena de creatividad se vio afectada por sus intensos e inquietantes sentimientos por cierta pelirroja.

Dahlia guardo silencio, mordiendo su labio inferior sintió que su estómago se revolvía ante lo que ella podía interpretar como rechazo. Nikola lo estaba dejando muy claro para ella. No le importaba nada que no estuviera relacionado con la ciencia, y ella. Era todo lo contrario a lo que el inventor podría querer.

Aborrecía todo lo que tuviera que ver con la llamada "magia" y aún más si a él lo llamaban "mago". Para él todo tenía explicación, todo en el mundo era parte de la ciencia, incluso la propia existencia de los dioses. Pero eso, era lo que él llamaba, –conocimientos que iban más allá de la compresión humana–. Miro la espalda de Nikola, quién se mantenía sumergido entre las páginas de un libro, los ojos cafés de aquel apuesto hombre castaño se mantenían fijos en las hileras llenas de letras que le transmitían conocimientos. Muy ajeno a su alrededor, sin importarle que pasará, sin importarle ella, sus expresiones o sentimientos.

Solo la ciencia, era para él, lo más importante. Y ella, no podía competir contra la ciencia.

Se quejó del dolor cuando su cabeza recibió un fuerte golpe, haciendo que sus ocupadas manos soltaran el libro dejándolo caer al suelo para poder acariciar la zona adolorida de su cabeza, pasando sus dedos por sus rizos castaños mientras una mueca fina como cabellos se extendió entre sus labios.

¿Por qué hiciste eso Marie? —Dijo finalmente el de mirada café, mientras fulminaba a su colega.

¿Qué fue lo que le hiciste a Dahlia? —Pregunto notoriamente molesta la castaña observando al inventor quien se encontraba sentado en el suelo de la habitación con una pila de libros a cada lado de él.

N-no le hice nada...

Tartamudeaste, estás mintiendo.

¡No estoy mintiendo! —Exclamo ligeramente molesto. —Además, yo no tartamudeo cuando miento. —Bufo, desviando la mirada hacia otro punto de la habitación. Encontrándose con sus demás compañeros quienes miraban expectantes la escena.

Claro que lo haces. —Agrego con un suspiro, pasando su mano izquierda por su cabello rizado.

¿Qué fue lo que pasó? —Pregunto Tesla sintiendo preocupación por la repentina desaparición de la valquiria.

Dahlia salió corriendo, la encontramos por un pasillo yendo a toda prisa, parecía estar llorando o algo así.

¿Quizá una de sus hermanas tuvo un accidente en esta cuarta pelea? ¿O quizá...?

No, ese asesino le ganó al dios. Quedamos empatados con los dioses. —Interrumpió Marie, chasqueando la lengua. —Quizá... Sea la siguiente en participar...

Nikola pudo sentir que su corazón dejaba de latir y su sangre se congelaba al oírlo. No quería aceptar la sola idea de perder a la mujer, Semi-diosa... Ella, Dahlia, la única que había logrado llenar su corazón de una alegría que iba más allá de la emoción que sentía al aprender más, de su alegría al diseñar y elaborar sus inventos. Con una sonrisa, una simple mirada, su voz, su rojizo cabello y la sencillez preciosa de su apariencia, solo eso, era suficiente para hacer que Nikola Tesla, el reconocido inventor y científico, ingeniero y mecánico logrará que su pulso aumentara, su nerviosismo lo carcomiera, sus palabras se enredaban en su boca hasta el punto de tartamudear incoherencias.

Amor. Ni siquiera él se había interesado en ello cuando estaba con vida. Y ahora, una valquiria lo había enamorado con aquella sonrisa que le brindo cuando se conocieron por primera vez. Siendo para él un deseo ambicioso y egoísta, el querer que fuese su valquiria para luchar juntos en alguna de las rondas del Ragnarok.

Pero esa sola idea, el pensamiento pesimista de perderla para siempre lo destrozaba silenciosamente.


❝Valquiria❞ |𝙉𝙄𝙆𝙊𝙇𝘼 𝙏𝙀𝙎𝙇𝘼| [ʳᵉᶜᵒʳᵈ ᵒᶠ ʳᵃᵍⁿᵃʳᵒᵏ] ✔︎Where stories live. Discover now