"Rompiendo las normas"

17. "De compras con el pelinegro"

Mia Elizabeth.

La verdad me divertí mucho toda la tarde.

El pelinegro resulto ser un experto en todo lo relacionado a moda...

O talvez solo elegía a la zar por la presión de ser el único a quien le preguntábamos.

Quién sabe.

En fin, había mucha ropa hermosa que quería comprar pero faltaba lo mas importante...

Dinero.

No quise pedirle a mi padre ya que no quería molestarlo. Compre algunas cosas con un dinero que tenia ahorrado, pero como toda cosa, tenia su limite.

De pronto me vi observando unos tacones y un bolso que combinan perfectos con un vestido que ame pero no pude comprar.

Suspiro con tristeza al darme cuenta que este conjunto solo quedara en mis recuerdos.

Algún día volveré por ustedes...

—¡Mia!, vamos a comer un helado.

Observo a mi amiga en la caja registradora cuando me grita.

Le hago una seña con mis manos para que me espere afuera.

Me agacho para tomar las bolsas que contienen lo que compre y al enderezarme y pegar un paso me topo con un pecho que conozco bien.

Hago una mueca sobando mi nariz con el reverso de mi palma.

—¿Entonces?...

—¿Entonces que? —pregunto confundida.

—¿Vas a comprarlos?

—¿Qué cosa?

—Los zapatos —mueve su cabeza en dirección a lo que veía— y el bolso.

Ah...con que eso era.

—Talvez otro día, el estilo no me gusto mucho —miento.

Si le digo que en verdad si los quería, que probablemente lloraría de la emoción si los comprara, talvez llame a mi padre o algo así.

A veces toca solo observar, anhelar y callar.

Easton me observa por unos segundos hasta que asiente.

Ya estando afuera giro mi cabeza de un lado a otro buscando al pelinegro.

Desaparicio.

—Emma, sabes a donde fue Easton?

—Talvez se le olvido algo —engancha su brazo con el mío— vamos a pedir los helados en lo que viene.

—Tu lo invitaste y lo piensas dejar solo? —alzo una ceja.

—Lo invite porque sabia que el es tan tonto para esperar que tu se lo digas, y tu tan terca para no decírselo —suspira— nunca los entenderé.

Ruedo los ojos.

—La verdad no estoy segura si debería agradecértelo o matarte.

—Mátame si quieres bebé pero no descansare hasta verlos juntos.

—Emma, eso dijiste con el chico que me gustaba en la primaria y ya hasta se casó.

Niega con la cabeza.

—Se que con el es diferente, lo percibo.

—Eso dijiste con mi crush —cruzo los brazos con una ceja alzada.

—Easton, si tiene carro.

—Russ, también tiene.

—El te ve diferente