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Fue suficiente que Dabi hiciera un trato con el hospital para que le permitieran dejarlo llevarse al menor, al principio Shoto se nego, de hecho tuvo que obligarlo a irse de ahí, pues no tenía sentido que se quedará si ya estaba mejor.
Decir que el desanimo de Shoto no le preocupaba era mentira, el niño podía estar mejor físicamente, pero mentalmente no estaba nada seguro. Aunque no había intentado nada estúpido hasta ahora, seguía temiendo porque pensará en alguna estupidez eh hiciera alguna tontería.

Eso lo estaba dejando sin sueño toda la maldita noche, Shoto había aceptado quedarse en su hogar hasta que sus padres volvieran de su viaje. Pero no le permitió quedarse con el, de hecho, la única condición que le pidió para que fuera con el a su mansión fue que tuviera su propio habitación hasta que volviera con sus padres.
Tuvo que aceptar de mala gana, pues la idea de que Shoto estuviera solo en una habitación por horas en la noche no le dejaba tranquilo.

Más de una vez escucho el llanto del menor por la madrugada, y de verdad le partía el alma escucharlo llorar, aunque el chico pensará que no lo escuchaba estaba muy equivocado.

Quería ayudarlo pero no sabía como...

[…]

—Volviste a llorar.—

—Lamento si te molesté...—Se sentó en la silla frente al ojiturquesa, sin siquiera verle o esforzarse en hablar un poco más—

De hecho, Dabi noto que desde el incidente Shoto no hablaba mucho, solo respondía unas pocas preguntas y después se encerraba de nuevo en la habitación hasta que debía volver a bajar de nuevo.

—No se trata de eso, Shoto—Miro al menor y este solo bajo la cabeza ante su mirada—Déjame ayudarte—

¿Ayuda? Esa palabra no era existente para el, de hecho, no sabía ni siquiera porque Dabi le ofrecía su ayuda, estaba claro que no la necesitaba.

—No necesito ayuda...—

—Claro que la necesitas.—

—No la necesito, ¿Okey? Lo que me pasó es culpa mía y punto. No debes ni debías intervenir en nada, yo me lo busqué.—Su voz salió firme, viendo fijamente al otro irritado—

Se levantó de la mesa abrumado, más que dispuesto a irse y encerrarse en la habitación hasta el siguiente día, era algo que pensaba.
Dabi se levantó de la silla, llendo hasta el y tomándolo de la muñeca para detenerlo de inmediato, girandoló para que lo viera directamente.

— No digas tonterías, Shoto. Si intervine fue porque de verdad me importas y no iba a dejarte solo en estos momentos. Y tú no te buscaste lo que te paso, no sabías lo que iba a pasar así que deja de poner eso como excusa para no aceptar la ayuda de los demás—Regaño al otro, solo abrumandolo más—

Se soltó del agarre sin decir nada más, dándose la vuelta y saliendo de la cocina sin decirle nada al otro. Dabi suspiro pesado y sobó su cien con irritación, desde hace tiempo que empezaba a sentirse inútil por no poder ayudar al menor, sentía que simplemente no podía hacer nada por el, no si este no se lo permitía en lo absoluto.
Nego con la cabeza y seguido busco en su celular un contacto que hace tiempo no llamaba pero que sabía iba a brindarle apoyo en esos momentos y le sería de mucha ayuda.

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The perfect daddy;   DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora