CAPITULO 23

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Mew entró en el condominio, tirando de su corbata para aflojarla mientras Bruce seguía su paso. -¿Alguna noticia de Tennyson? Fue directamente a la botella de whisky que no había logrado terminar la noche anterior, la abrió y se la llevó a los labios. Ni siquiera estaba fingiendo más. Se volvió hacia Bruce y encontró la mirada preocupada de su guardaespaldas sobre él. La ignoró. -¿Y bien?

-Ah. -Bruce se aclaró la garganta y asintió. -Renzo Vega fue atacado dentro de su club. Tennyson dice que le han disparado.

-Huh. -Tomó otro sorbo de licor. -¿Está muerto?

-Ella no lo sabe todavía. Ha desaparecido.

Sacó su teléfono de su chaqueta y llamó a su tío.

-Mew, ¿qué pasa?

-Le han disparado a Renzo Vega.

-¿Por nosotros?

Él rió entre dientes. -No, pero tenemos una oportunidad. Movámonos. -Quería el club de Renzo Vega y los otros negocios que poseía el hombre que no creía que la gente conociera. Mew lo sabía y los quería a todos.

-Sabes que no va a caer sin luchar, -advirtió su tío.

-Ya ha caído por lo que escuché. Asegurémonos de que se quede así.

-Entonces, enviaré algunos hombres a Atlanta.

-Manténme informado. -Colgó y luego se volvió hacia Bruce. -Pónte en contacto con Tennyson. Dile que nuestros hombres están en camino. -Había estado esperando su momento, manteniéndose fuera del camino de Renzo Vega, esperando el momento adecuado para hacer su movimiento. No le importaba quién fuera tras el hombre, todo lo que sabía era que le daban una oportunidad, y no era más que un bastardo oportunista.

Mientras Bruce hablaba por su teléfono, sonó el intercomunicador de Mew. Se acercó y lo presionó para hablar con el guardia de abajo. - Sí, Vlad. -Había despedido al último guardia después del último incidente con Gulf. En quién no estaba pensando Mew, maldita sea.

-Tiene un visitante, señor. -Vlad se aclaró la garganta mientras alguien murmuraba de fondo. -¿Dice que le diga a Diablo que está aquí?

-Déjalo pasar. -Se dio la vuelta, la anticipación le aceleró el pulso. Entró en su oficina y se sentó en su escritorio, mirando las cámaras de seguridad en el vestíbulo. No vio a Gulf, así que cambió a las cámaras del ascensor.

Él estaba ahí.

Con la mirada al frente, vestido con una camisa y pantalon negro, debajo de un abrigo de lana hasta la rodilla que colgaba abierto, con el cuello levantado.

Con las manos en los bolsillos.

Tenía un aspecto sombrío.

Severo.

Hacía más de una semana desde que Mew lo había visto o escuchado de él. No es que le importara. Pero se sentó encima de su escritorio, el cuerpo ya tenso, la polla ya dura. Cada vez que cedía a la fuerza invisible que tiraba de ellos, se hacía cada vez más difícil rechazarlo. Alejarse de ella. Tenía que hacerlo, lo sabía. Pero Gulf Nieto era todos los vicios de Mew reunidos en un peligroso hijo de puta. Eso convirtió a Gulf en su nueva droga favorita.

Eso lo hizo irresistible.

Cuando el ascensor se detuvo, salió de su oficina justo cuando Bruce gritó. -¿Qué carajo?

Gulf estaba a unos metros de distancia, el rostro inescrutable, la mandíbula cubierta por más de dos días de barba gris mientras miraba a Bruce, y la pistola que éste le apuntaba.

1-BELLAMENTE CRUEL- VERSATIL(SAGA STANIEL)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant