EPILOGO

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Tres semanas y Gulf todavía no había respondido a la pregunta de Mew. Lo habían dado de alta del hospital y se mudaron de inmediato a la casa de la playa a tres horas de Atlanta.

¿Qué quería él?

Quería quitar el miedo de los ojos de Mew, porque ese miedo permanecía. Cuando se levantaba de la cama en mitad de la noche, Mew estaba allí. Cuando salía de casa, Mew insistía en acompañarle.

No podían ser ellos.

Se estaba curando, aunque no tan rápido como quería. Levantar los brazos por encima de la cabeza era una tarea ardua hoy en día. Toser y estornudar atrajeron toda su atención a las heridas en todo momento.

Pero estaba vivo.

Tenía a Mew, a Levi y a Toro.

Había vendido la casa de Brooklyn y la de Norcross, y había cedido la casa donde tenía a su madre a Charlie y Lành. Se lo merecían, y necesitaban estar a salvo. Se aseguraría de que estuvieran a salvo. La casa que había construido para Petra, Gulf la hizo derribar.

La casa de la playa era mi hogar. Mi base. Mew estaba en Nueva York, ayudando a su tío con el negocio, pero Gulf esperaba que volviera cualquier día. Mientras tanto, Toro estaba con él.

Mew dejó a casi la mitad de los hombres en su nómina de seguridad. A pesar de las fuertes objeciones de Gulf. No necesitaba que lo cuidaran, pero había visto el miedo en los ojos de Mew. La mirada que decía que si Gulf no estaba de acuerdo con la seguridad, Mew no se iría.

Entonces él aceptó.

Eso necesitaba detenerse.

No podían ser ellos.

-Tío. -Toro salió al balcón y se paró junto a él, mirando hacia la playa. -Tu hombre acaba de llamar. Está en camino.

Su hombre.

Palmeó a Toro en la espalda. -Gracias.

-Te ama, Tío. Lo vi en el hospital. Estaba cagado de miedo, pero también gritaba órdenes. -Toro se rió entre dientes. -Dando órdenes a la gente. Amenazandolos. -Quería derrumbarse. Toro apretó la barandilla con más fuerza. -Demonios, yo me estaba cayendo a pedazos, pero él nunca lo hizo.

-Él es fuerte.

Más fuerte de lo que Gulf le había atribuido.

-¿Todavía te resulta extraño? -Toro lo miró con la ceja levantada, los ojos de Nieto genuinamente curiosos. -Estar con él. Amarlo después de todo. ¿Todavía se siente extraño?

Gulf asintió. -Sí y no. -Cuando Toro levantó la ceja, explicó: -Es familiar de una manera extraña. -Él se encogió de hombros. -No sé cómo explicarlo mejor.

Toro asintió con la cabeza como si entendiera y vieron la puesta de sol en la distancia en un cómodo silencio.

Su sobrino se aclaró la garganta después de un rato. -Siento lo de Antonio.

Gulf frunció el ceño. -¿Por qué? No tiene nada que ver contigo.

-Quizás no, pero sigue siendo mi padre y te lastimó. -Toro miró hacia otro lado, mirando a una pareja que paseaba a sus perros en la playa. - No obtendrás una disculpa de él. Así que te doy la mía.

-Toro. -Gulf le dio un abrazo. -Antonio quería que hiciera lo que hice toda nuestra vida. Quería que le arreglara las cosas. Que lo salvara. Ese es su crimen. Nunca el tuyo. -Todo porque Gulf no pudo sacarlo de la cárcel. Todo porque Gulf no quería retomar el negocio.

-Lo sé.

Gulf realmente esperaba que lo hiciera. -Quiero tu permiso, - dijo en voz baja. Quiero contarle a Mew sobre ti.

1-BELLAMENTE CRUEL- VERSATIL(SAGA STANIEL)Where stories live. Discover now