02

1.1K 55 3
                                    

LUCIANA

Enzo y yo salimos de la habitación riendo. Y yo acomodando mí pelo.

La verdad no voy a mentir. Lo subestime demasiado a Enzo. Yo lo veía como un pibe más que no te hacía sentir ni cosquillas, pero solamente le hice un pete y ya me hice sentir demasiadas cosas. Ahora entiendo a todas las otras.

Enzo me agarró y la mano para que vayamos más rápido. En el camino estábamos riendo y de vez en cuando los comentarios desubicados de Enzo no faltaban.

Si les soy sincera...con Enzo al lado haciéndome sentir un terremoto en mí panza Paulo ya no me importaba. Hace un día estaba loca por qué Paulo me diera otra vez, y ahora estoy loca por qué Enzo me de por primera vez. Y repetir mil veces esa ocasión. Es el verdadero Quiero que se repita la ocasión.

En el camino nos encontramos a Paulo hablando con el recepcionista.

— Dónde estaban ustedes?— Pregunto Paulo mirando a Enzo. Yo mire al último nombrado y el alzó los hombros.

— Por ahí, por qué?— Dijo Enzo jugueteando.

— Les pregunto no más. Piensan que me va a importar lo que ustedes hagan?— Auch.

Yo agache la cabeza y al toque senti un tacto en mí brazo.

— Vamos, Lu.— Dijo Paulo amablemente, mientras que Enzo me miraba desde atrás.

Yo me safe de su agarre y fui con Enzo, el sonrió y paso su brazo por mis hombros pegándome a el.

— Encerio te vas a ir con ese salamin, Luciana?— Alce una ceja.

— Y para que querés que vaya con vos?— Pregunté con total tranquilidad.

— Vos ya sabes...— Sonrió pícaro e hice una mueca de asco.

— Anda a hacer las cosas bien con Oriana. Yo no soy tu putita para sacarte la calentura Paulo.— No se de donde saque los ovarios para decir eso, pero lo hice.

— Como si te importara que yo este haciendo las cosas bien.— Hizo montoncito con su mano.— hasta tu hermano sabes que sos una-

— Que es?— Salto Enzo sorprendiendo a Paulo.— Dale decilo cagón, quiero escucharte decirlo.— Se pararon frente a frente.

— No te hagas el defensor del pueblo vos, si nadie te conoce.

— A vos nadie te conoce fantasma. No jodas más y tomate el palo.— Ordenó Enzo y Paulo se fue con una sonrisa sobradora.— que chabon tarado dios.

— Tranqui, no te calentes por mí culpa.

— Me la pones difícil rubia.— Río Enzo y yo rodé los ojos.— Ahora sí vamos?— Asentí y seguimos el camino de antes.

Llegamos a dónde estaban todos y Leandro me miró bastante mal. Se me viene un problema tremendo.

— Vos tranqui, si te dice algo de última veo como la piloteo.— Me tranquilizó Enzo y yo le sonreí.

— Luci, podemos hablar?— Se acercó Paulo a penas se fue Enzo.

— Paulo...no se, hace rato me estabas por decir que era una puta.— Paulo agachó la cabeza y yo bufé.

— Pero no quiero que estemos peleados, vos sabés que me importas.— Frunci mis cejas.—

— Paulo, déjame porfa. Vos estás intentando hacer las cosas bien con Oriana, yo no quiero entrometerme.— Dije y el alzó las cejas.

— Desde cuando a vos te importa que yo esté haciendo las cosas bien? Cuando tenías diecisiete yo salía con Oriana y aún así nos veiamos.— se encogió en hombros y yo suspiré.— Decime que es por Enzo, no me mientas.— Fruncí mis cejas al escucharlo, ni yo sabía porque le dije eso de la nada.

DILES         | Enzo FernándezWhere stories live. Discover now