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BAD BOY REMIX — Hagamos que los vecinos se enteren, que te hice mía ante esas cuatro paredes.
——
ENZO
Me desperté en la cama con Luciana a mí lado, ella estaba abrazada a mí pecho con ambos brazos. Una imágen que sin dudas nunca se iba a borrar de mí mente. Su pelo estaba ligeramente despeinado y su cara estaba relajada. Sentía paz. Nosotros dos así, juntos sin que nadie nos joda. Sé que eso es casi imposible, siempre habría algo o alguien que nos arruinara la paz por completo. Y eso tenía nombre y apellido. Paulo Dybala. En el momento más inoportuno iba a buscar a Lu. Cuando nosotros estábamos muy tranquilos con la paz de cada uno, siempre la tenía que cagar él. Pero si viajaramos a algún lugar lejos de él todo estaría en paz. O bueno, eso creo yo. Creo que él es el principal causante de que Sofía y yo pelearamos cada dos por tres.
En mí cabeza pasaba una propuesta que era un tanto…alocada, pero se que si ella aceptará; nosotros no pasaríamos todo el tiempo peleando siempre. Por eso es que en mí cabeza pasaba la idea de traerla conmigo a San Martín unos días nada más. Para que los dos nos olvidaramos de todo al menos por un tiempo, luego veríamos que podríamos hacer. Aunque sé que es difícil que acepte. Y también le dije a Nico que si iba era para olvidarla, pero, ¿A quién engaño? Ni en otra vida podría olvidarla. Muchísimos años lejos de ella y ni así pude sacarla de mí mente. Ni así pude fijarme en Valentina. Ella es especial, ella es única. No quiero que se sienta presionada con mí propuesta, pero si llegara a aceptar; me la traigo conmigo a Inglaterra también.
— Buenos días, hermosa— dije corriendo el pelo de su cara.
— Buenos días enzito— me dió un pico que me hizo sonreír como estúpido. Me tiene estúpido.
— Te despertaste de buen humor parece— sonreí viendo cómo se acostaba encima mío.
— Sí, ¿Y vos?¿Te despertaste de buen humor también?— preguntó llevando su mano a mí pija, yo me mordí el labio inferior. Que piba.
— ¿Y esa manito? ¿Estás necesitada, amor?— me miró mal, yo me reí mirándola fijamente.
— Si, necesitada de tu pija.
— Fa, más rápida que flash sos vos— metió su mano en mí pantalón, acariciando mí pija por encima del bóxer, haciendo que suelte suspiros— para forra, no me la aprietes— ella rió y fue gateando hasta posicionarse entre mis piernas. Bajo el pantalón por completo liberando mí pija, la cual salió disparada hacia mí abdomen. Se relamió los labios y empezó a pasar su lengua por todo el tronco. Mí cabeza se echaba para atrás por el reflejo. Mis manos viajan a su cabeza, empujándola para que llegara más al fondo. Sentí su arcada y sonreí viendo cómo las lágrimas caían por sus mejillas— como te gusta la pija a vos eh— agarré su cuello, acercando su cara a la mía para darle un beso en sus labios. Ella se removió encima mío para buscar más contacto— ¿qué querés?, ¿ya querés que te haga mierda, no?— ella asintió mordiéndose el labio inferior. Corrí su tanga hacia un costado y metí dos dedos sin previa, logrando que salga un quejido desde el fondo de su garganta— dale amor, gemí como me gusta— mire su cara, estaba casi que gritando de placer. Empecé a agitar mis dedos más rápido, sumándole uno más. Sus gritos no se contuvieron, su cabeza se echaba hacia atrás y sus manos estaban en mis hombros.
