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LUCIANA
— ¿Qué vas a pedir?— preguntó mí acompañante.
— Ay no tengo ni idea — dije riendo—, seguramente sea una media luna y un café no sé.
— Yo voy a pedir tostados y café, si querés compartimos.— asentí y pedimos.
Al final pedí cuatro tostados —dos para mí y dos para Valentín— y un café, algo normal.
— ¿Cómo estás vos? Quiero conocerte mejor.
— Yo estoy bien, un toque estresada nada más con mis cosas personales, pero después de eso todo tranquilo.
— Pero se supone que fueron a Miami a despejarse, no a estresarse aún más — frunció sus cejas, a fin de cuentas él tenía razón—. ¿Es algún chico que te tiene así no?
— ¿Cómo sabes vos?— reí un poco nerviosa.
— No sé, veo que con Enzo tienen química. Va, lo digo por qué hoy los encontré a los dos en tu pieza…el otro día dijo que tenías diecisiete…Paulo anda de chismoso por todo el hotel…
— Fua, no pensé que era tan evidente. Pero si, me tiene mal, tiene todo lo que me gusta pero no sé, estoy confundida. Siento que todavía no es el tiempo, y mira que nos conocemos desde hace ya bastante — comenté causando su risa—. Pero supongo que cuando esté lista le voy a decir.
— No los conozco mucho, pero se nota que se quieren.
— Supongo que sí…supuestamente yo le gustó…pero hay algo que me hace desconfiar de él.
— Y…¿Tenés alguna sospecha de lo que pueda ser?
FLASHBACK
2019
LUCIANA
¿Por qué tenía que ser así? ¿Por qué era tan forro conmigo? No entiendo qué fue lo que le hice para que se chapara a mí mejor amiga enfrente mio.
Valentina traicionó mí confianza, rompió nuestra amistad en todo sentido. Se cago en mí.
Y ni hablar de Enzo, se burló en mí cara cuando sabía que yo estaba enamorada de él…
— ¡Sos una forra!
— No estés resentida amor, él me quiere a mí — dijo mí “amiga”—, me sorprende que no te hayas dado cuenta antes. Si tan solo te vieras a un espejo Luciana…
— ¡Vos mírate a un espejo! Con razón, ya se de donde sacabas la plata para operarte toda, aprovechadora.
— Eso se llama resentimiento nena, vos nunca vas a poder ser como yo, nunca lo vas a poder enamorar a Enzo.
