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Se suponía que Jungkook tenía clases aquel día, trabajos que entregar y una presentación que hacer, misma que valía una gran cantidad de la nota de aquel mes, pero eso fue lo último que le importó cuando decidió que en vez de tomar el camino a la universidad, tomaría el de la casa de Taehyung. Namjoon tenía clases también, así que estaría lo más cómodo que se podía allí, solo con Taehyung.

La idea de tenerlo entre sus brazos era tan atractiva que ni siquiera pudo pensarlo dos veces. Fue como si su cuerpo hubiera empezado a actuar por si solo, sin pensar en lo demás o darle importancia a aquello que para él sobraba en aquel momento, desviándose porque lo deseaba y cumplirse aquel deseo era su máxima prioridad. No estaba a discusión, faltaría a clases y eso era todo.

Cuando llegó a su destino, tocó el timbre, esperando que, con un poco de suerte, quien le abriera la puerta fuera Taehyung, con una clarísima molestia en su rostro al ser despertado, entonces hacer que sonriera con besitos por toda su mandíbula, sin embargo, Jungkook no era así de dichoso, por lo que era evidente que quien le abriría la puerta sería Namjoon, con aquella expresión somnolienta, pero sin rastro de molestia. Se notaba que estaba despierto hacía poco rato.

Sus cejas se fruncieron mientras miraba a Jungkook con atención, pareciéndole extraña su presencia a aquella hora de la mañana en su casa, cuando en realidad debía estar camino a  la universidad.

— Buen día — le saludó Jungkook, con más nervios que cortesía, porque de alguna forma, sentía que podía ser descubierto. Sabía que era la manía que el ocultarle cosas a Namjoon le había dejado, pero no podía dejar de sentirse de esa forma cuando sentía que sus propias palabras, mismas que pensaba controlar, en algún momento le fallarían y quedaría completamente en evidencia. Y aquello era lo último que Jungkook quería.

— ¿Qué haces aquí a esta hora? Vas tarde, yo también.

— Es que me estoy meando — se excusó —. Déjame entrar, que se me van a salir.

Namjoon lo miró de lado, con una mueca que claramente pretendía juzgar hasta el mínimo movimiento que hiciera, a lo que Jungkook respondió con la sonrisa más forzada del mundo.

— Si te estás meando, ¿por qué estás tan tranquilo? — inquirió, sin quitarse de la puerta, todavía con sus cejas fruncidas.

— ¿Brinco?

— Más o menos.

Se quitó, haciéndose a un lado solo poquito para que Jungkook pasara por ese espacio, rozándose los hombros en el proceso. Su mirada nunca dejó perder aquel atisbo de extrañeza, y Jungkook, mientras se dirigía al baño de visitas, nunca dejó de sentir la mirada de Namjoon perforarle la espalda.

Se lavó las manos antes de salir de aquel baño después de pretender hacer pipí, cuando en realidad se estuvo mirando en el espejo todo el tiempo y pensando en cómo podría subir a la habitación de Taehyung y, preferiblemente, quedarse allí hasta que Namjoon estuviera a punto de volver a casa. Irse no era una opción porque de lo contrario no habría quien le abriera la puerta, pero tampoco podía simplemente decirle a su amigo que se quedaría allí, en su casa, haciendo cucharita con su hermano mientras él se iba a la universidad.

— ¿A qué hora te vas? — le preguntó a Namjoon después de salir del baño y verlo en la cocina, comiendo una tostada prácticamente quemada. Se paseaba por aquel espacio, fingiendo quitarle el polvo inexistente a cualquier mueble que pudiera rozar con sus dedos, aquello una forma de matar el tiempo y buscar información que le asegure un pase libre y sin riesgo de ser descubierto al cuarto de Taehyung.

— La clase de las siete empieza en tres, estoy pensando dejarla pasar — se cruzó de hombros, sin darle real importancia al asunto incluso cuando lo más horrible que podía hacer era saltarse una clase. Sus notas eran importantísimas, y a vista de Jungkook, eligió el peor momento para quitarle cuidado —. Aunque si me voy ahora, probablemente llegue antes de la mitad, pero ayer choqué mi carro.

HARD TO GET ◆ [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora