Capítulo 47: La llegada del Viejo Dios Perverdito y la Valkiria sin novio

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Manhattan, Nueva York

15 de octubre de 2017, 09:42 AM

Hoy es un día libre, tanto para Kara como para mí.

Este día los dos lo aprovecharíamos para tener una cita que duraría todo el día. Por ese motivo nuestros amigos se encargarían de proteger Nueva York en caso de que haya alguna amenaza dentro de las escalas normales.

Ya que el día era bastante cálido y el clima estaba despejado, me vestí con una remera de mangas cortas de color negro, unos pantalones azules y zapatos deportivos.

— Estuve pensando, ¿qué tal si usamos algo informal y cómodo?

Kara salió de nuestra habitación diciendo eso.

Ella traía una polera blanca que resaltaba su hermosa figura, en especial sus curvas y caderas divinas, también se puso sus jeans favoritos que eran bastante cortos y resaltaban sus hermosas, largas y muy sensuales piernas que no tenían ni una pizca de imperfección. Sus tacones casi la dejaban a mi altura y al mirarla no pude evitar quedar con la boca abierta, lo que la hizo reír un poco.

— Será ideal para las actividades divertidas, como visitar algún parque o ir de picnic.

— Claro, hagamos esas cosas y mucho más, tenemos todo el día.

Fue mi respuesta saliendo de mi asombro por lo hermosa que es ella.

Saliendo del departamento, Kara me tomó del brazo izquierdo con sus brazos de la forma que a ella tanto le encanta hacer y dimos comienzo a nuestra larga cita en las calles de Nueva York.

Los dos caminamos muy juntitos por las calles de Manhattan y la unión que estábamos teniendo fue tanto que pude sentir el aroma de su cabello... es un aroma tan bueno, tanto que se me hacía muy difícil el intentar contenerme con ella.

A lo largo de nuestro paseo, conversamos sobre varios temas y disfrutamos de la hermosa vista a nuestro alrededor. No éramos la única pareja aquí presente, pero no mentiría si dijera que somos la mejor y más feliz.

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Sin darnos cuenta, el medio día llegó y sentimos bastante hambre por lo que decidimos buscar un lugar en el cual almorzar.

El lugar al que fuimos fue un restaurante en el que ordené suficiente Crepe para nosotros, este era un postre bastante dulce, es uno de los postres que a Kara le gusta mucho y también a mí.

Kara le dio una probada a su porción y de inmediato quedó encantada.

— Tú me conoces muy bien, sabes que me encantan los dulces, no solo su sabor sino el hecho de que sea una comida divertida y romántica al mismo tiempo.

De repente Kara se sonrojó por la emoción con que dijo esa última frase.

— Eres toda una romántica, ¿eh?

En la comisura de sus labios vi un poco del postre, así que tomé una servilleta y se la limpié. Esto la hizo volver a sonrojarse, abrió su boca pero no dijo nada, no necesitaba hacerlo ya que entendí que el gesto le encantó muchísimo y lo más seguro es que en su mente esté diciendo que quiere alargar este momento para siempre.

— No lo puedo negar, me encanta sentir el amor y el romanticismo. ¿Qué quieres hacer después de aquí?, sabes... yo tengo algunas ideas...

Oh, así que Kara tiene ya unas ideas especiales para nuestra cita.

— Dímelas, con mucho gusto yo te escucho, tenemos el resto del día, ¿no?

Le aseguré al apoyar mi cabeza sobre una de mis manos, viendo la hermosa sonrisa conque ella me veía, además, sus pechos resaltaban mucho por la polera que ella traía puesta y eso mejoraba mil veces más la hermosa vista que ahora veían mis ojos.

Sekiryuutei / Supergirl: Lo mejor del mundo [DxD]Where stories live. Discover now