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El día siguiente no inició de la mejor forma, había una tormenta de nieve que traía fuertes ráfagas de viento con ella.

Los chicos despertaron con el gélido aire que había dentro del avión, levantandose poco a poco y exhalando aire caliente.

-Bo, y Luisa? - preguntó Carlitos con preocupación y miedo escondido.

Inmediatamente los ojos viajaron al lugar en donde Luisa la noche anterior estaba dormida, ahí solo se veía la débil figura de Arturo que aún dormía.

-Alguien la vió salir? - preguntó Canessa.

Los chicos buscaron ver entre las ventanas que ya estaban destapadas pero la nieve que pasaba volando les impedía ver.

Tintín fué el único que se asomó por la única entrada y salida que tenían disponible, encontrandose con una escena que inconscientemente le sacó una sonrisa.

Luisa estaba afuera, la podía distinguir por su largo cabello negro volando en el viento y su ropa oscura. Era como una mancha negra entre tanta nieve blanca.

-Esta loca tu novia, Daniel.

El rubió le envió una mirada de confusión al ruloso, dandole a entender que no sabía a que se refería.

-Tintín, porqué decís eso?

-La loca esta afuera, Nando, parece que no podía descansar ni un día.
Roberto, Gustavo parece que nuestra azabache sigue sin hacerles caso.

-Está desenterrando el avión ella sola?- preguntó Fito con admiración y asombro.

-Parece ser.

-Esa chica es más terca que todos nosotros, no se cansa.

********************

El día siguió con su curso, en interior del avión ya estaba despejado, no había más nieve y ahora las hamacas estaban puestas en su lugar.

Cúando los chicos salieron a seguir trabajando los doctores fueron directamente a regañar a la chica, pero ella se excusó.

-No hay tiempo que perder, mientras más rápido terminemos esto, más pronto podremos ir a buscar la cola del avión.

A regañadientes tuvieron que dejar que la chica ayudara, sabían que de cualquier modo se la ingeniaría para hacer algo.

Vendaron la mano de la chica con un trozo de tela que dejaron al sol todo el día anterior. Pensaban que así podían proteger la herida de mejor forma.

Mientras todos desenterraban el avión por distintos lados, Luisa se acercó a Numa.

-Numa, tenés que descansar.

-Estoy bien, Lu. Solo es un cortesito.

-No lo voy a repetir, bajá a descansar y ya después subís.

-Dale, esta bien- aceptó el moreno enternecido por la preocupación de la chica.

El chico bajó para tomar asiento y revisar su herida.

-Comó va ese pie?- preguntó el menor de los Nogueira.

-Es un cortesito, nadamás.

-Guarda energías para vos, Numa - habló Arturo - A mi apenas me quedan fuerzas.

-No digas eso Arturo. No pierdas la fé

-Tengo más fe de la que tuve en toda mi vida.

-Ahora qué, sos un monaguillo? - bromeó el Vasco.

-No te rías de mí - respondió el azabache con voz rasposa y cansada.

Disculpáme Numa, pero mi fé, no esta en tu Dios.
Porque ese Dios me dice lo que tengo que hacer en mi casa, pero no me dice lo que tegno que hacer en la montaña.

Lo que está pasando acá, no se puede ver con los ojos de antes - continua - Numa, este es mi cielo - dice tocando el techo del fuselaje - Y yo creo en otro Dios.

Creo, en el dios que tiene Roberto en la cabeza cuando viene a curarme las heridas.
En el que tiene Nando en las piernas, para salir a caminar sin condiciones. 
Creo en las manos de Daniel cuando corta la carne y en las de Fito cuando la reparte, sin decirnos a que amigo perteneció.
Y así podamos comerla sin... - hace una pausa y respira con pesar, evitando derramar lágrimas - sin tener que recordar su mirada.
Yo creo en ese Dios. Creo en Roberto, en Nando, en Daniel, en Fito... y en los amigos muertos.

Pero también creo en mi hermana, quién desde el día que despertó tomó el rol de nuestra madre, quién a pesar de haber perdido la fé en tu Diós, empezó a creer en ella misma y en nosotros.
Tenía suficientes razones para dejar de luchar, pero acá esta liderando al grupo y sacandonos adelante.

Yo no sé si voy a salir de esta montaña, Numa. Pero si sé que pase lo que pase, mi hermana va a sobrevivir y que Daniel la podrá cuidar cuándo yo ya no pueda.

Las palabras del menor tenían un fuerte mensaje, quedando gravadas en la mente de Numa.

-Sos un filósofo, Arturo.

Arturo rié son una sonrisa sincera en su rostro.

-Monaguillo y filosófo - bromea el Vasco.

-Todo va a salir bien, Arturo. Ya casí salímos de acá.

-Eso nadie lo sabe con certeza, Numa, pero tenés que prometerme algo -habló más tranquilo y con seguridad el Nogueira- Si yo no puedo continuar más, prometéme que no vas a dejar que el grupo caiga, si me pasa algo mi hermana se romperá y caerá, tendra miedo.

 Vos tenés que evitar que el grupo caiga con ella, por mí y por los amigos muertos, sacános de esta montaña, Numa.

Fueron unos minutos los que hubo silencio, en los que Numa analizaba las palabras de Arturo y pensaba en la azabache.

-Saldremos de acá, Arturo. Te lo prometo.

Madre mía, lo que se viene esta duro

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Madre mía, lo que se viene esta duro.

Arturo y Luisa mis hermanos favoritos.

Voten y comenten porfavor.

Afraid - LSDLN Daniel StrauchWhere stories live. Discover now