Luisa Nogueira no sabía lo qué el futuro le tenía planeado.
El 13 de Octubre el vuelo 571 del avión de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la cordillera de los Andes. Sus supervivientes tendran que enfrentarse a una dura realidad, pero entre el...
-No entiendo, Javier - habló Numa - Desde el primer momento en que nos caímos, yo traté de ayudar en todo lo que pude. Traté... de hacer siempre lo correcto. Y ahora, con la pierna así... soy un inútil.
Qué sentido tiene?... Qué sentido tiene la muerte de Arturo, la muerte del Vasco o la muerte de todos los demás?
-Liliana lo dio todo, siempre. Durante el alud, sepultado bajo la nieve, yo sentía su cuerpo reposando bajo el mío.
La voz de Javier se cortó al hablar de su esposa.
-A mi me separaban pocos centimetros de la superficie así que ahí pude sacar la cabeza y gritarle con todas las fuerzas que tenía, "Liliana aguanta!" "Yo te saco, estoy vivo"
Veía que pasaban por arriba de ella, y les gritaba que por favor no pisasen ahí, ahí estaba Liliana.
Sentí mi rostro humedecerse, desde la mención de Arturo mis palpitos aumentaron y ahora con la mención de Liliana, la que fué una madre para Arturo y para mí, aquél dolor a mi pecho regresa.
-Esque no había manera de sacarla si yo no salía primero, pero yo no me podía mover porque tenía los pies aprisionados contra su pecho. Y si hacía fuerza para salir, la hundiría más en la nieve. Qué sentido tiene eso, Numa?
Se hace un silencio denso, el relato del alud desde el punto de vista de Javier jamás lo había escuchado. Seco las lágrimas que escaparon cuando Javier me sonrié dulcemente.
-Para cuándo llegamos a Liliana, solo el cuerpo de ella estaba ahí. Y en ese momento mientras seguían desenterrando amigos, uno muerto otro vivo, uno muerto otro vivo, los gritos de los que estaban atrapados, los gritos de los que estaban fuera...
Ahí abracé a Liliana con todas las fuerzas que tenía. Y sentí un amor que nunca había sentido en toda mi vida, me dí cuenta que tenía una misión...
-Qué era? - pregunté suavemente evitando romper en lágrimas.
-Era tomar ese amor que estaba apretando ahí contra mi pecho, y llevarselo de vuelta a mis hijos. Su muerte no fué en vano, ni la de Arturo.
-Esa herida no te hace inútil, Numa - hablé sonríendole.
Respiré profundamente para controlar las lágrimas que luchaban por salir, reprimí ese sentimiento doloroso para evitar romperme.
-Cúando desperte no sabía que pasaba, sentía mis labios secos y mis extremidades entumecidas, lo primero que ví fue a Nando y Susy.
Inmediatamente pensé en Arturo, solo me importaba él, tanto así que al levantarme no me dí cuenta de mi mano o mi costado - dije levantando mi mano.
Al salir el frío me azotó, caminé sin dirección alguna, pensando en Arturo, en Roy, Tintín, Daniel y en los chicos... Qué nos había pasado?
Ya después caí en cuenta del dolor que sentía en mi mano derecha, lo muhco que me dolía caminar... Pero cuando los chicos me encontraron y me llevaron con el resto, mi corazón sintió como si volviera a latir, ver a la mayoría de ustedes ahí me calmó. Ahí me prometí a mi misma que nada malo nos pasaría, que aguantaríamos todo lo necesario sin rendirnos, yo no quería perder a nadie.
Reí sarcasticamente.
-No podía creer lo que Gustavo me había dicho, Arturo, mi hermano no caminaría más. Ver a los más chicos desilusionados al ver que el rescate no había llegado, sentía su dolor en cierta forma. Inconscientemente me convertí en la protectora de esos chicos.
-Por eso rechazaste la orden de Marcelo - dedujó Numa a lo que yo asentí para seguir contando.
-Liliana se había convertido en cierto tipo de madre para Arturo y para mí, yo traté de reflejar lo que ella nos daba en los demás. Quería ser comprensiva con los chicos, animarlos y hacer que siguieran adelante, protegerlos...
Para este punto mis voz ya estaba rota y pequeñas lágrimas salían de mis ojos, el dolor en mi pecho por más que quize reprimirlo estaba ahí, haciendome sufrir.
-Daniel me mantenía cuerda en cierto punto, me daba un sentimiento cálido en el pecho que yo no sentía. En el alud al perder a Liliana... A Coquito y Maspons me dolió cómo si me apuñalaran en mi costado, pensé: Soy la única que queda, Soy lo único que les queda...
Me refleje cómo la madre del grupo, solo podía pensar en la seguridad de los demás, si algo pasaba...
-Lu, nada de esto es tu culpa...
-Yo sé, Numita. Pero yo me hice responsable de los chicos. Cuando Arturo enfermó fué lo peor que pude haber pasado, mi propio hermano, mi sangre, le había fallado... Le prometí cuidarlo, Numa. Prometí que saldría de esta montaña, que yo lo protegería. Vos decíme, Numa, Qué sentido tenía eso?
-Me sentía cómo una hipócrita, sus últimos días en esta vida y no pude evitar que sufriera, yo lo amaba con todo mi corazón y le fallé Numa, le fallé a el, a Vasco, a Marcelo... Les fallé.
-No Lu, vos no le fallaste a nadie.
-Hija, vos recíen despertabas, tenías una herida en el costado y ya no contabas con una mano, aún así hiciste de todo. Liliana siempre me dijo que se sentía orgullosa de vos y que te admiraba.
-Antes de que Arturo... nos dejara, me pidió que lo escuchara. Me dijo que el creía en vos, su fé estaba con vos.
Te amaba con todo su ser, sus últimos días no fueron malos, su amor por vos era tan grande que nosotros lo sentimos. Todos nosotros te amamos cómo si fueras de nuestra sangre, arriesgandote cada día por nuestro bienestar... hacés demasiado y si eso no tiene sentido, que más da?
-Nos inspiras, Luisa.
Mi corazón se detuvo mientras analizaba cada palabra que habían dicho, me conmueven las palabras de Numa. Si mi hermano pensaba así, tal vez ese sea mi razón de seguir adelante. No lo defraudaré dos veces.
-Gracias... de todo corazón.
Besé la frente de Javier después de abrazarlo y me quede abrazando a Numa un rato más, queriendo darle fuerzas.
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